Paula 1188. Sábado 5 de diciembre de 2015.

La marca de la diseñadora Bernardita Torres se está internacionalizando: bajo el nombre Qüina, diez de sus modelos de poleras de algodón peruano se están vendiendo online en todo el mundo y en marzo cambiará la etiqueta de sus otras creaciones, para dejar atrás el nombre Candies. Aquí, explica esta nueva etapa.

Le ha pasado varias veces: a Bernardita Torres (32), diseñadora y dueña de la tienda Candies, la paran en la calle, en Boston, donde está radicada hace un año, para preguntarle dónde compró su polera de algodón. "Yo digo que es de mi marca, chilena, y no lo pueden creer", cuenta. Eso la llevó a idear una nueva línea de negocio: abrir una página web de venta online (www.quinabasics.com) con distribución mundial, que ofrece desde fines de octubre diez modelos de poleras. "Qüina es la línea más básica de Candies, para la que escogí las diez poleras que se han mantenido en estos siete años desde que abrí la tienda. Mi objetivo es lograr lo que hizo Levi's con los jeans 501. Las poleras tienen sus números y se establecen en el tiempo. La idea es que tú tengas tu favorita, pidas la 5, por ejemplo, y tengas la certeza de que siempre la vas a encontrar", explica, y agrega: "En Estados Unidos hay un mercado gigante de poleras básicas: vas a H&M y encuentras una por 20 dólares. Pero no hay ningún concepto de polera blanca o básica que trascienda la tendencia. Vas unas semanas después a comprarte la misma y no está". Además de la venta online, que ya ha comercializado a Berlín, Hong Kong e Italia, Qüina se encuentra en boutiques estadounidenses, cuatro en Boston y dos en Miami.

"El diseño de autor está enfocado a la pieza única. Mi marca intenta mantener la exclusividad, pero no llega al límite del vestido hecho a medida. Eso va en contra de mi concepto transversal como marca, de no hacer ropa demasiado especial, sino poleras básicas y simples con énfasis en la calidad y el calce".

Todo empezó cuando, después de estudiar Diseño de Vestuario, Bernardita se fue a Londres por un año a hacer un curso de Fashion Business en Central Saint Martins. Su interés por la moda nacía de la experiencia de su mamá, Verónica Fuentes y su hermana, Francisca, periodista y asesora de imagen. Ambas fueron las dueñas de Bagatel, en los 90, que tenía la representación de la marca francesa Cukay. "Yo era chica, pero me fascinaba lo que ellas hacían y ahí nació mi interés por eldiseño", cuenta. De vuelta de Inglaterra, con la idea fija de emprender, se asoció con ellas como socias capitalistas y abrió Candies: una tienda de poleras básicas, hechas con el algodón peruano de alta calidad, con una paleta de colores blanco, gris y negro. "Sabíamos que no íbamos a revolucionar la industria con una simple polera de algodón, por lo que nos enfocamos en revolucionarla desde la calidad: las prendastienen una caída y densidad especiales", explica

Actualmente, sus colecciones abarcan mucho más que eso –tiene vestidos, polleras, pantalones, tops, trajes de baño, capas, entre otros–, pero mantienen el espíritu de la atemporalidad. De a poco se han ido incorporando más colores, como azul marino y rojo, e incluso estampados como las rayas blancas y negras y el leopardo. "La gente me dice: me compré un vestido hace seis años y hoy día me lo pongo y sigue vigente. Es absolutamente atemporal y transversal en el tiempo y en las edades: es ropa que podría usar una adolescente o una adulta mayor. Mi trabajo no se puede etiquetar en un diseño romántico, moderno, ni dark. La protagonista es la calidad y el calce". Además de algodón peruano, que es el fuerte, en Candies las prendas se confeccionan con lino y seda. En siluetas se destaca por una influencia escandinava, geométrica y moderna.

Telas livianas y siluetas cómodas caracterizan a Candies. Av Manquehue Norte 2073, loc 3. www.candies.cl

"En marzo próximo Candies va a cambiar a Qüina y será una gran marca, con tienda en Santiago y venta online para todo el mundo. Me encanta el concepto de Qüina, de reina, de ir con tu corona invisible, a propósito del diseño 'invisible' que intento hacer, donde la protagonista es la persona y no la ropa. Por eso no me siento parte del diseño de autor nacional. Me he enfocado en crear una marca con identidad y personalidad propia, más allá del diseño".

¿Por qué esa autoexclusión?

El diseño de autor está enfocado a la pieza única. Mi marca intenta mantener la exclusividad, pero no llega al límite del vestido hecho a medida. Eso va en contra de mi concepto transversal como marca, de no hacer ropa demasiado especial, sino que poleras básicas y simples con énfasis en la calidad y el calce. Colecciones que ojalá perduren eternamente. Las prendas de diseño de autor son prendas con las que tienes que encontrar la ocasión para usarlas. Mi ropa no tiene ocasión. Entonces yo siento que de alguna manera tratamos de diferenciarnos mutuamente. Y eso es bueno.