Paula 1173. Sábado 9 de mayo de 2015.

En 2013 Daniela Castro había abandonado dos carreras –Arte y Arquitectura, tras 6 años de estudio– e intentaba encontrar su camino: escribió en el blog de moda Twin Birds, creó una colección de poleras bordadas a mano para Monjitas a la Moda, decoró una vitrina para H&M, hizo de modelo para una tienda, y de actriz en un episodio de la serie Roommates, de HBO. "Todo lo conseguí mandando mails. Soy busquilla y multifacética", dice, y agrega: "Mi inquietud era encontrar algo que me hiciera feliz". A fines de 2014, luego de postular junto a miles de candidatos al programa MasterChef (Canal 13) recibió el llamado de la producción: era una de las 18 seleccionadas. Tras tres meses al aire, en febrero ganó la gran final de la competencia entre talentos culinarios, en un capítulo que la rompió en rating, y en el que se llevó un auto nuevo, 25 millones de pesos que tiene bien guardados en el banco, y la promesa de la publicación de un libro de las recetas que hizo en el programa, el que publicará en junio. Hoy, mientras se saca fotos y conversa con la gente en la calle, asegura que el paso por MasterChef le dio un giro a su vida.

Se ve que te gusta que te reconozcan, que te saluden...

Adoro que la gente se me acerque y me abrace. Tuve una adolescencia en la que me sentí sola en términos de familia y amigos, así que estas demostraciones de cariño me llenan más de lo normal. Estoy muy agradecida.

¿Esa soledad tiene que ver con la separación de tus papás?

Sí, hasta los 12 años era otra. Tras la separación, me llevaba pésimo con mi mamá y mi hermana, me alejé de mi papá y por años hice como que nada me importaba. No tenía amigas porque no cuidaba las relaciones. Lo pasé mal. Estuve seis años con crisis de pánico y me convertí en alguien muy inseguro.

¿En qué se refleja esa inseguridad? No lo irradias en pantalla.

Se camufla porque soy extrovertida, de risa fuerte. Pero la verdad, me cuesta creerme el cuento. Sigo sin pegarme el alcachofazo de que gané MasterChef. También soy insegura con mi físico; soy demasiado exigente con mi imagen.

¿Cómo tomaste el bullying que te hicieron en las redes sociales después de ganarle a Ignacio Riveros, el favorito del público?

Lloré sin parar. Me acuerdo y me da pena. No entendía ¿por qué tanto odio si no había hecho nada malo? Pero aprendí que la agresividad en las redes sociales es general.

¿Qué fue lo que más te dolió de lo que viste?

La naturaleza de los ataques. Se dijo que había conseguido todo por mi papá, inventaron que él trabajaba en el canal, que había ganado porque era rubia y cuica... Puras mentiras. Pero valió la pena; gané mucho más que el primer lugar.

¿Qué más ganaste?

Fue un punto de unión familiar, nos volvimos a reencontrar los cuatro en torno a un mismo tema, volví a ver a mis papás juntos en paz y felices por mí. A medida que iba ganando, mi papá me decía que estaba impresionado de mis capacidades. Como nos veíamos tan poco, creo que él nunca supo cuán luchadora y talentosa podía ser en las cosas que hacía. Con MasterChef él pudo ver cómo soy en la vida: lo vio por la tele.

¿Cómo conseguiste el rol que dejó Virginia Demaria en el programa Manos a la obra de 13C?

Me llamaron de la productora de Chris Carpentier. Fue una sorpresa porque era mi sueño, siempre veía el programa y pensaba que era todo lo que me gustaría hacer.

¿Cómo ha sido asumir el rol de conductora?

Duro. El primer día fue horrible, tuvimos que repetir 25 veces la frase "Hola, soy Daniela Castro, ganadora de MasterChef", no me salía de corrido. Ahora ensayo todo el día frente al espejo. Me estoy sacando la mugre para ser la mejor.

¿Te proyectas en la televisión?

Este programa hace que me proyecte más a largo plazo. Me preguntan: "¿te imaginas animando como la Diana Bolocco?". No puedo imaginarme eso ahora, estoy enfocada en juntar papelitos y picar cebolla. Pero sí me veo tomando las oportunidades que te da la vida, como lo he hecho hasta ahora.·