En una época donde los efectos especiales y el cine en tres dimensiones acaparan la atención, hay quienes siguen otro camino. Ésa es la idea de Duncan Jones, también conocido como Zowie Bowie, el hijo de David Bowie, quien revive el cine de ciencia ficción de los años setenta y ochenta. Su primer largometraje, Moon, recupera los efectos especiales elaborados con maquetas y la visión del futuro que tenían los cineastas de antaño.
Hijo de uno de los rockeros más famosos de todos los tiempos, ha debido lidiar con el peso de demostrar su propio talento y, a los 39 años, parece haberlo conseguido. El año pasado su película se llevó cuatro galardones, entre ellos el de mejor película, en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, España, y ahora acaba de ganar la categoría Outstanding Debut de los British Academy of Film and Television Arts.
La cinta relata la experiencia de un hombre que es enviado a la Luna por tres años, sólo con la compañía del ordenador que controla la base. Es en ese sideral escenario donde se tratan temas propios del cine fantástico, como la clonación y la inteligencia artificial, además de conflictos contemporáneos como la crisis energética y la soledad del hombre. Justamente en el interior monocromático y zen de la nave espacial del terrícola, irrumpe en escena el Selk Bag (el mundialmente famoso saco de dormir anatómico diseñado por el chileno Rodrigo Alonso), con un destello cromático de una intensidad tal que lo convierte en el fotogénico protagonista de la escena.
Moon, que en español se llama En la luna, no se estrenó en los cines chilenos, pero se puede comprar ($ 7.990) o arrendar ($ 1.250) en DVD en Bazuca.com.