Paula 1090. Sábado 3 de marzo de 2012.

Llevar una libreta tipo Moleskine para dibujar en las vacaciones o en el Metro pasó de ser un hobby solitario a una forma de arte cada vez más globalizada y compartida. En el adictivo sitio Urbansketchers.org todos los días se pueden ver escenas de la vida real capturadas en el momento por artistas de países y culturas muy diferentes, subidos a internet en el mismo día, con la tinta todavía fresca: enternecedoras escenas de escolares pololeando en un parque en Nápoles, acuarelas de un cocinero sirviendo noodles en Seúl o un boceto rápido de un atestado pub en Londres.

Lo que comenzó en 2007 como un pequeño grupo Flickr de aficionados a dibujar sus ciudades, hoy es una comunidad global con más de 600 corresponsales que suben sus sketches –o croquis– desde más de 70 ciudades del mundo. "Nuestro movimiento intenta recuperar el valor artístico, documental y educativo del dibujo in situ", dice el periodista e ilustrador español Gabriel Campanario, fundador de Urban Sketchers. La tendencia ha tomado tanto vuelo que en 2011 organizaron dos simposios internacionales sobre bosquejo urbano con más de 2.000 asistentes en Lisboa y Oregon, realizaron 12 exposiciones colectivas en países como Irán, Malasia y Singapur. Además, acaban de publicar el libro The art of urban sketching, con croquis de dibujantes anónimos y consagrados como el ilustrador para Prada, Lok Jansen, todos asiduos colaboradores del blog.

"Ver el mundo a través de dibujos significa contemplarlo a través del punto de vista personal del artista. El boceto simplifica lo que vemos, y eso lo hace más sugestivo, deja que el espectador complete la escena con su propia imaginación", dice el español Gabriel Campanario, fundador del movimiento Urban Sketchers.