El nuevo rock canadiense

Rodrigo Guendelman, conductor del programa Radiografía, en Radio Zero, nos cuenta cuáles son los discos que hay que oír.




→ Let it die, de Feist (Universal). La famosa revista The Face dijo que si la gente comprara Let it die, el disco más famoso de Feist, el mundo sería un mejor lugar. Un ejemplo claro del nivel de admiración que producen las canciones de Leslie Feist, la mujer nacida en Calgary, Canadá, en 1976, que lidera este proyecto. Colaboradora en trabajos de Kings of Convenience y Jane Birkin, Feist combina con maestría el pop, la bossa nova, el folk y el indie rock. Imperdible.

→ Last exit, de Junior Boys (Domino Records). Jeremy Greenspan y Matt Didemus vienen de Ontario, Canadá. Su primer trabajo, Last exit, fue aclamado por la publicación británica NME como uno de los mejores debuts de 2004; la revista Q les puso nota cuatro, de uno a cinco; y la publicación Uncut dijo que era difícil que ese año hubiera un mejor lanzamiento. De toda la música indie electrónica, el disco Last exit es el plato más recomendable. Puro filete.

→ The looks, de Mstrkrft (Last Gang Records). A la banda Mstrkrft (se pronuncia Masterkraft) se la conoce como "los Daft Punk canadienses", lo cual es bastante injusto. Es cierto que en algo se parecen, pero su disco debut The looks es tan entretenido, bailable y original, que el paralelo con la banda francesa hay que limitarlo al uso de la electrónica y los ritmos frenéticos. Detrás de este proyecto nacido en Toronto están Jesse F. Keeler, integrante de Death from Above 1979 –otra banda canadiense para considerar– y Al Puodziukas, más conocido como Al-P. Ojo con las canciones Work on you y The looks: absolutamente adictivas.

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