El primer juguete sexual
Hasta hace algún tiempo, existían muchos estigmas en relación a la compra de juguetes sexuales. Las personas entraban a las tiendas con algo de vergüenza, casi de incógnito, o miraban de reojo la vitrina, al pasar por una. Se asociaban a un mundo más under. Pero en la medida que hemos comenzado a hablar más abiertamente de sexualidad y a dejar de lado lentamente algunos tabúes, la industria de los juguetes sexuales se ha comenzado a masificar, y la actualidad es posible encontrar tiendas que incluso venden por redes sociales. El sector de los sex shops entrega a sus consumidores una variedad de alternativas que han hecho que, incluso quienes antes jamás hubieran comprado estos implementos hoy, al menos, están pensando en hacerlo.
Sin embargo, puede ocurrir que a la hora de adquirir el primer juguete no estemos al tanto de los aspectos clave a considerar para esta primera adquisición. Según explica la educadora sexual y fundadora de Regina Educa, Tamara Villanovoa, suele suceder que las personas que acuden a un sex shop para elegir un juguete preguntan por aquellos productos más vendidos, los más populares o favoritos, cuando en realidad lo que uno debería preguntar es ¿cuál es el juguete que se ajusta a mis necesidades?
“Los números que indican el juguete más vendido, por ejemplo, no va a representar lo que tu necesitas o lo que a ti te sirve, porque lo que te ocurre a ti no tiene nada que ver con lo que le ocurre al resto. Hay una vivencia súper personal y preferencias distintas. Por eso tu compra debe guiarse por tus preferencias”, explica. Desde esa premisa, es que hay que tener un conocimiento claro o idea de qué es lo que uno prefiere al momento de tener una interacción sexual con otra persona o con una misma, es decir, si se disfruta más del sexo oral, manual, con o sin penetración, etc. Teniendo claro ya esos aspectos, uno se encamina al tipo de juguete que se ajuste a ello.
Para Tamara, los juguetes externos son siempre una buena opción para introducirse a este mundo ya que permiten experimentar y explorar en todo el cuerpo. En su mayoría, no tiene una forma fálica definida y ofrecen distintos tipos de vibración que, no solamente sirve para las zonas genitales, sino que también se puede utilizar en los pezones, cuello, espalda o pies. “Permiten explorar más allá de los genitales. Son perfectos para relajarse y masturbarte”, dice. Además, para aquellas que nunca han tenido una relación sexual coital, un juguete externo puede ayudar a descubrir o despertar las zonas que le generan placer, acompañado de un buen imaginar erótico.
Por otro lado, están los juguetes internos que son adecuados para la estimulación vaginal. Pueden tener texturas, rugosidades y distintas estimulaciones para el punto G. En esta categoría también caben los juguetes anales, los cuales tienen una forma específica con un tope que impide la penetración completa. “Es muy importante considerar qué zona quieres estimular, y en base a eso, hacer la compra”, explica la especialista. De la mano con estos juguetes, se recomienda un lubricante en base de agua, para proteger los tejidos y permitir que fluya el acto.
En el caso de las personas con pene, como primer juguete Tamara recomienda el huevo Tenga, que tiene una textura interior diseñada para aportar distintas estimulaciones y masajes durante la masturbación del pene. Este también puede ser ocupado en pareja.
Cabe destacar que a veces los productos que compramos no resultan como esperábamos, y frente a esto, la idea es probar y no rendirse, ya que esta industria ofrece un mundo de posibilidades. “Hay un montón de juguetes y muchos que en teoría se ven impresionantes pero que en la practica no son como uno esperaba y eso puede suceder, pero no significa que tu relación con los juguetes sea nula. Es como con la ropa: ves una prenda en el maniquí, te la pruebas y no te gusta. Puede suceder incluso al revés, compras algo que no te sorprendía en un comienzo pero que después lo amas. Hay que probar”, aconseja la experta.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.