Paula 1177. Sábado 4 de julio de 2015.
Después de dos años de pausa, la diseñadora de vestuario estrenó una contundente colección otoño-invierno 2015, elegante y sobria, con fuerte presencia de paños de lana y tejidos de lana hechos a mano.
En su taller de Buin, Salinas trabajó con saldos de Bellavista Oveja Tomé y cueros que obtuvo de chaquetas y polleras de la ropa usada. Vende en la tienda Porquetevistes, Gertrudis Echeñique 360. Facebook: Valeria Salinas Diseño.
Después de trabajar durante cinco años con el diseñador Rodrigo Valenzuela, confeccionando los vestidos de noche de su marca VSRV, Valeria Salinas, ex alumna destacada de la carrera de Diseño de Moda de Inacap, hizo un alto en 2011.
Doce meses después lanzó su marca homónima que, como reconoce, tuvo en la pasada edición de Ropero Paula su momento más alto hasta la fecha, con la presentación sobre la pasarela de su tercera colección, compuesta por 19 piezas con su sello ya reconocible: prendas de líneas simples y tonos neutros, de calculada sobriedad. Una propuesta urbana, en la que destaca el uso del paño de lana y la lana tejida a mano, destinada a una "mujer que no le interesa la estridencia, sí la elegancia, que valora los detalles y la sensualidad que otorga la comodidad, con prendas que no aprietan", dice Salinas.
"Aunque los diseñadores tenemos un sexto sentido para captar las tendencias, jamás me he regido por eso. No tomo moldes de moda porque me aburren. Me gusta trabajar con siluetas diferentes", dice Salinas.
Carmina, el nombre de esta colección otoño-invierno 2015, está inspirada en los cantos de Carmina Burana y la estética medieval, además del trabajo de tres diseñadoras: la holandesa Iris van Herpen y sus formas volumétricas; la argentina Paula Ledesma y sus tejidos; y la española Leyre Valiente y su superposición de texturas. Todo ese universo de intereses se traduce en abrigos de silueta ajustada en el torso con una caída desprendida hacia el suelo; capas oversize; la aplicación de hombreras con aires de armadura; y la mezcla de materiales, como el paño de lana con detalles en cuero, satín o raso opaco.
También hay pantalones anchos y vestidos de noche. Desde $ 95.000 hasta un millón puede costar una prenda de Valeria Salinas. Un costo alto si se compara con la ropa de retail, pero que, como explica, está relacionado con las horas de trabajo y la calidad. Dos meses trabajando doce horas diarias, de lunes a domingo, le tomó preparar su nueva colección de piezas únicas e irrepetibles, "con telas exclusivas y que duran años", explica.