Paula 1158. Sábado 11 de octubre de 2014.

Autor de piezas emblemáticas del teatro chileno y maestro de generaciones de teatristas nacionales, Ramón Griffero vuelve a escribir una obra después de siete años. En Prometeo, el origen, se pregunta qué ha hecho el ser humano con el saber de los dioses. Aquí, sus reflexiones.

¿Por qué siete años de silencio?

Generalmente escribo cada cinco años y ahora me atrasé. Solo hago teatro cuando descubro algo que tengo que decir. Lo que quería era hablar del hombre como especie y decir que tal vez nuestras crisis tienen que ver con que no hemos sabido manejar el saber. Esta es una obra más metafísica y espiritual, que quiere ir más allá de lo que uno puede ver en las noticias y la televisión.

¿Cómo te conectas con el mito de Prometeo?

Prometeo les roba el fuego a los dioses, o sea, el saber, y se lo entrega al hombre. En varias culturas hay un personaje que hace lo mismo, en México es Quetzalcóatl, en la India es Ganesh, en Egipto es Tot. Prometeo es castigado por los dioses y la pregunta es si ese castigo es correcto. Mi obra parte de un grupo de teatro donde una actriz que está de cumpleaños recibe de regalo un libro del siglo pasado, que se llamaPrometeo, el origen, que es la obra que van a representar. Hay escenas de Prometeo y también otras que pretenden desentrañar esa incógnita, imposible de responder, de qué ha hecho el hombre con el saber.

¿En Prometeo subyace una crítica al teatro actual?

No, hay una reflexión sobre el teatro, que tiene que volver a preguntarse lo que los griegos se preguntaban: más de cosas existenciales que de cosas domésticas. Antes, el teatro y la política estaban unidos, la política tenía sueños de utopías y al arte le gustaba eso. Ahora que la política es administrativa, al arte le corresponde la función de imaginar otras dimensiones, de preguntarse hacia dónde vamos y dónde estamos en relación al universo.

¿Qué piensas de la nueva generación de dramaturgos? Muchos han sido alumnos tuyos.

Hay una explosión de escritura dramática. Cuando les pregunto a los jóvenes por qué estudian Teatro, casi todos dicen que necesitan tener una voz. Las nuevas generaciones le han perdido el miedo a manifestarse a través del arte, por eso tenemos una diversidad enorme de dramaturgia y puestas en escenas. Es una generación que está en proceso, no se le puede pedir grandes clásicos. Le toma el pulso a la vida, sus obras son como fotos, como radiografía de lo que viven o ven.

COORDENADAS

Cuándo: del 9 noviembre al 14 de diciembre. Miércoles a sábado a las 21 hrs; domingo a las 20 hrs.

Dónde: GAM. Av Libertador Bernardo O'Higgins 227.

Cuánto: $ 8.000 entrada general, $ 6.000 preventa, $ 4.000 estudiantes y tercera edad.