Paula 1153. Sábado 2 de agosto de 2014.

Aunque estuvo a punto de cerrar el año pasado, ahora los montajes que se presentan en este teatro llenan la sala y al año llegan más de 100 propuestas de directores que quieren montar sus obras ahí. ¿Qué hay detrás del éxito de este espacio ubicado en medio del Río Mapocho?

Enclavado sobre el puente Vicente Huidobro que cruza el Río Mapocho, el Teatro del Puente fue declarado Monumento Histórico en 1997 y se convirtió en el único espacio teatral de su tipo en el mundo. Un lugar que, de la mano de los actores y gestores culturales Freddy Araya y Francisco Ossa, se fue transformando en un ícono no solo por estar en medio de un río, sino por ser un bastión del teatro joven y la dramaturgia nacional. Tras siete años de arduo trabajo y a punto de cerrarse el año pasado, hoy el teatro siempre está repleto de público joven, críticos, escritores, intelectuales y también de montajes emergentes. Porque prácticamente es el lugar por excelencia para levantar puestas en escena de directores jóvenes en proceso de consolidación.

Dentro del teatro, además de sus característicos ventanales que cubren con vidrio los arcos de metal del puente, está la única sala que recibe a 120 personas y que este año llegó a alcanzar hasta 95% de butacas llenas, algo muy poco usual en las salas de teatro chilenas. "Después de la crisis del año pasado se abrió una línea nueva en el Fondart, que cubre gastos de operación por tres años, y que nos ganamos. Tenemos asegurados nuestros gastos fijos hasta 2016, lo que nos permite pensar hacia dónde queremos ir", dice Freddy Araya para explicar cómo han logrado el éxito que tienen ahora. Pero no es solo eso. Freddy y Francisco han hecho un trabajo de joyería en el Puente. No solo reciben más de cien propuestas anuales de obras, sino que lograron identificar claramente a su público. "Gracias a las encuestas sabemos que nuestro espectador se concentra entre los 15 y 29 años, está conectado, viaja y gusta del teatro", precisa Ossa. Por eso, su gran vehículo de comunicación son las redes sociales. A eso se suma que su nueva apuesta, funciones de martes a domingo, ha marchado bien tanto para el público como para las compañías. Lo positivo del panorama ha hecho que Freddy Araya y Francisco Ossa reflexionen en cómo profundizar y proyectar el terreno ganado. Entre las posibilidades que sopesan está el arriesgarse con un laboratorio para que los grupos que les interesan creen tranquilamente, sin la presión de lograr buena taquilla o buena crítica. También quieren trabajar con regiones, línea que están explorando y que augura que el Teatro del Puente podría expandirse en un futuro cercano.