El romanticismo vintage

Una pena de amor la hizo abandonar su tesis para titularse como cineasta y se encerró por un año a componer canciones. De ahí nació The plot thickens, el primer disco solista que acaba de lanzar y en el que canta en inglés. Aquí, la ex voz de la banda punk Niña con Frenillos revela su lado romántico.




Paula 1115. Sábado 16 de febrero de 2013.

–Prefiere que la llamen Winnie porque su nombre es largo, raro y difícil de pronunciar: Winifrede Walbaum. Viene de una familia británica anglicana que llegó a Valparaíso. Esa ascendencia ha hecho que desde siempre se hablara en inglés en su casa.

"Me es más fácil expresarme en inglés. Por eso canto en inglés. Me sale genuino. No lo hago porque me quiera ir al extranjero. Cantar así en Chile es difícil, porque ahora hay todo un rescate del español. Igual critico que si sale alguien cantando en francés, todos lo aman de inmediato. Algo que no pasa con el inglés".

–Tiene 28 años y es la segunda de cuatro hermanos. Aunque nació en Viña del Mar, a los pocos meses la familia se avecindó en Santiago.

–Su gusto por la música viene de la influencia de un papá fanático de los Rolling Stones y Bob Dylan y de una mamá amante de Sui Generis y Los Beatles. En la familia era regla que a los 12 años cada hijo tenía que tomar clases de guitarra. Así lo hizo Winnie y comenzó a componer sus primeras melodías.

"Hacía canciones que narraban historias, siempre lo mío fueron las historias. En lugar de juntar el álbum de Los Simpson, yo pedía solo las láminas, con las que hacía distintas narraciones".

–En primero medio supo que lo suyo no era estar encerrada en una sala de clases. Se rebeló y en las pruebas solo escribía su nombre. Repitió. En

segundo medio se cambió a un colegio para deportistas, que exigía pocas horas de asistencia al día.

–Entró a estudiar Periodismo en la UNIACC, pero luego se cambió a Cine. Allí conoció a las amigas con las que, en 2006, fundó la banda de punk y pop Niña con Frenillos, en la que ella era la voz y pandero.

"Fue una banda pijama party style. Lo pasábamos bien, teníamos la fama de ser alcohólicas porque ensayábamos mientras carreteábamos. Conocí todo el 'selecto' mundillo de la música, que es súper endogámico. Fue una etapa loca".

–Cuatro años más tarde la banda se disolvió, justo cuando Winnie comenzaba a cuestionarse la música como una verdadera carrera. En ese entonces debía titularse de Cine y partió embalada con su tema de investigación.

"Quería explicar cómo funciona el amor a nivel físico. En ese tiempo estaba enamorada y quería saber qué pasaba a nivel cerebral. Incluso, cuando vino la antropóloga Helen Fisher a Chile la entrevisté. El amor es una adicción: estás sana, rebosante, engordas. Pero en ese proceso sufrí un desamor tan, pero tan grande que no quise saber más de la tesis. Cuando te desenamoran el cuerpo se siente enfermo porque tiene síndrome de abstinencia. Cuando uno dice me 'duele todo' es porque de verdad te duele a nivel físico".

–Viviendo las penas del corazón, se encerró por un año en su casa. Fue así como empezó a componer y escribir canciones. Son doce en total, que hoy se reúnen en THE PLOT THICKENS, su primer disco como solista –lanzado en diciembre– en el que canta en inglés con un dejo de romanticismo vintage que evoca a sus referentes: Nina Simone, Billie Holiday, Fiona Apple y Cat Power. Además, sus temas han sido parte de la banda sonora de la película Qué pena tu vida, de Nicolás López.

"En Chile la gente piensa que las artes deben ser gratis. Todos quieren la entrada VIP sin pagar ni un peso. Yo tuve que vender mi auto para pagar la grabación de mi disco. Quise que se descargara gratis porque es mi primer trabajo, pero creo más en la accesibilidad de las artes que en la gratuidad".

–Con el viento a su favor, Winnie se recompuso. Al poco tiempo conoció a Gerardo, con quien se casará en octubre y con quien trabaja en la productora musical Trenza. Hace pocos días lanzó el video de su canción Beautiful people que, como otros de su disco, ella misma dirigió.

–Por estos días Winnie escribe nuevas canciones para un futuro disco. Esta vez no serán sobre el desamor.

"Lo que más me gusta de mí ahora es mi tranquilidad. Estoy enamorada. No tengo ese amor destructivo ni avasallador. Me compré un ukelele y con eso estoy componiendo. Mi inspiración siempre será el amor, pero ahora, desde el optimismo. Hoy sé que, para apreciar lo bueno, es necesario vivir del otro lado".

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