Desde chica se interesó en el canto y aprender a tocar instrumentos con el objetivo de hacer musicales en Broadway. De adolescente fue miembro activa del coro de su iglesia, pero luego sus intereses la llevaron a otro lado: eligió el pop, porque tiene un alcance masivo. Luego de hacer sus primeras canciones, Diddy la descubrió en MySpace. Así, en 2003 lanzó su primer disco con un sello independiente y comenzó a hacerse conocida. Fue aprendiz directa de Prince y Stevie Wonder, a quienes les escribía cartas, y actualmente su música tiene influencia desde el rap hasta el gospel.

A pesar de que está en el borde de lo mainstream, todavía se mantiene en la línea de “artistas alternativas” y, por lo mismo, tiene libertad para hablar de lo que quiera. Es vocera de varias causas, pero siempre toma partido por las minorías: principalmente la población afroamericana y LGTBIQ. “El patriarcado nos hace mal como sociedad. El abuso de poder es una fuerza nefasta y lo cierto es que necesitamos avanzar a políticas inclusivas y abiertas”, ha dicho.

A pesar de que ha sido rostro de marcas de maquillaje, nunca se queda en el discurso superficial de la belleza. Cuando habla de la sociedad, siempre menciona su preocupación por los menos privilegiados, especialmente de los inmigrantes. “No podemos mirarnos de forma excluyente”, ha dicho. “Todos somos parte de la misma sociedad”. Para ella, su herramienta de lucha es la creatividad. Compositora e intérprete de sus canciones, pone en cada una de ellas algo de sí misma.”Sólo así realmente aparece la belleza”.

  • Sólo usa ropa blanca o negra como un tributo al uniforme de la clase trabajadora a la que pertenecían sus abuelos.
  • Michelle Obama es una de sus fans y la eligió para ser parte de un programa de liderazgo juvenil femenino.
  • Lauren Hill es una de sus grandes inspiraciones. Con su primer sueldo se compró el álbum The Miseducation of Lauryn Hill.