Paula 1178. Sábado 18 de julio de 2015.
Muy distante del que venden en supermercados, este producto artesanal se obtiene al mezclar la leche –de vaca o de cabra– con un particular probiótico que no se encuentra fácilmente. Aquí, las bondades de este producto mediterráneo y dónde encontrarlo en Santiago.
Libre de preservantes y aditivos artificiales, el yogurt griego se prepara artesanalmente con un probiótico llamado bacilo bulgárico, componente descubierto por un científico búlgaro hace más de 100 años, que es muy difícil de conseguir. Al mezclarlo con leche –ya sea de cabra o de vaca– se filtra el suero restante. Lo que resulta es un yogurt común espeso, de sabor neutro, aunque con un dejo ácido, que es ideal para cocinar por su versatilidad: se puede usar en salsas para aperitivos o aliños para ensaladas, como también en postres, combinándolo con frutas o mermeladas de la estación.
Se trata de un proceso muy diferente al del yogurt normal, que se vende en supermercados. En la fabricación de la mayoría de estos se fermenta la lactosa (el azúcar de la leche) en ácido láctico y solo en algunos se añade probióticos. Además, a diferencia del yogurt corriente, al ser natural y no contener preservantes ni aditivos típicos de la industria alimentaria –como espesantes artificiales–, el griego tiene el doble de proteínas –entre un 8% y 16%–, además de vitaminas B2 y B12, potasio y magnesio.
Dónde encontrarlo en Santiago
Yogurt de Puerto Varas a domicilio
Nancy Palma vivía en Puerto Varas y hace cuatro años se hizo amiga de una bioquímica alemana, quien le enseñó la receta del yogurt griego y le dio probióticos para prepararlo. Comenzó a venderlo con el nombre El Yogur de Puerto Varas y fue tal su éxito, que los veraneantes le rogaban que hiciera despachos a Santiago. Hoy reparte en Santiago solo por compras de mínimo 3 kilos ($ 3.560 el kg) y a las comunas de Providencia, Vitacura, Las Condes y Ñuñoa.
Pedidos en www.elyogurdepuertovaras.com
Como salsa de ensalada o postre en el Opa-opa
Alexis Godoy Mendiz y su esposa Destina Konstantinidis, ambos de ascendencia griega, abrieron en 2012 el restorán de especialidad griega Opa-Opa, a pasos de la Plaza Brasil. Además del yogurt griego –que se puede pedir para servir o llevar–, la carta incluye el postre de yogurt griego y miel ($3.200) y salsas para acompañar el pan o ensaladas –que dan de cortesía–, como la clásica salsa tzatziki, con pepino, ajo, pimienta, aceite de oliva Kreta, proveniente de olivos endémicos de Grecia, y limón. Abierto solo fines de semana. Maturana 84, fono 22671 4066.