En silencio
Detrás de casi toda la ropa que compramos hay un uso agresivo del suelo, huellas hídricas y de carbono, y aplicación de tintes y/o químicos de lavado que generan desperdicios tóxicos. A eso se suma la basura: ya sea por su calidad o por los nuevos hábitos de consumo, las prendas tienen un ciclo corto respecto de décadas anteriores. La ropa usada, entonces, empleada de pie a cabeza en cada una de las tenidas de esta moda, es uno de los caminos para darle respiro al planeta.
Paula 1215. Sábado 17 de diciembre 2016.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.