El 20 de julio la publicista Andrea Reyes Román (30) y su marido se dirigieron a Clínica Alemana a tener a su primera hija en medio de la cuarentena y en medio del peak de contagio por Covid-19. La profesional llegó a la clínica con los nervios normales de una madre primeriza y también con todos los resguardos sanitarios para no contagiarse.

Vivir el embarazo y tener a su primera hija en plena pandemia fue una realidad que nunca imaginó. Cuenta que en un comienzo de su embarazo no se relacionaron con nadie de su entorno para no contagiarse, y que con el paso del tiempo surgieron nuevas aprensiones con respecto a lo que sería ser padres en medio de una crisis sanitaria. “Pensábamos cómo sería el parto si a mi marido le daba Covid-19, qué resguardos debíamos tener posterior a que naciera nuestra hija y cuánto tiempo tendríamos que esperar para que la conocieran presencialmente”.

La primera vez que Andrea tuvo que amamantar a su hija estaba llena de dudas. Pese a que su mamá le había dado algunos consejos a la distancia, había visto cursos online y en la clínica le enseñaron técnicas de amamantamiento, no lo lograba. “Me empezó a doler mucho y me frustré porque no le podía dar de comer a mi hija y no subía de peso”, cuenta.

Entonces decidió entonces resolver sus dudas a través de videollamadas con la clínica de lactancia, pero finalmente decidió ir de forma presencial, con todos los resguardos para que ella y su hija no se contagiaran. Como Andrea Reyes son muchas las mujeres a las que les ha tocado la dura experiencia de vivir su embarazo y parto en medio de esta pandemia. Lo cierto, es que durante este tiempo las madres han temido contagiarse es hospitales o clínicas, dar positivo en el examen, entrar en aislamiento y contagiar a sus hijos recién nacidos.

En un comienzo de la crisis sanitaria se cuestionó si la lactacia materna era segura, sin embargo, ante la falta de pruebas de contagios a través de ella, organismos internacionales de salud la recomendaron. “El contacto piel con piel y una lactancia materna, temprana y exclusiva, ayudan al bebé a desarrollarse, por lo que no hay razón para interrumpirla como consecuencia del virus. Hasta la fecha, no se ha detectado la transmisión de casos activos de Covid-19 a través de la leche materna ni de la lactancia”, informó la Unicef en su página web.

Al respecto, Carolina Ávila, enfermera jefe del Bloque Neonatología de Clínica Alemana señala que: “Hasta ahora no existe evidencia de contagio de Covid-19 a través de la leche materna. La declaración de la OMS enfatiza nuevamente que la leche materna contiene todos los nutrientes en proporciones apropiadas esenciales para el crecimiento saludable de los bebés, cuyo beneficio también está presente en la leche materna de madres con infección por Covid-19 confirmada o sospechada”.

Según la profesional, el contacto piel con piel e inicio de la lactancia dentro de la primera hora de vida reduce el riesgo de muerte del recién nacido durante el primer mes y aumenta el éxito de la lactancia. Además si se inicia la extracción de calostro durante la primera hora, la producción de leche de la madre será más del doble, en comparación a si se inicia después de la primera hora.

María Carolina Gandolfi, jefa de neonatología de Clínica Santa María, cuenta que “durante abril y mayo de este año tuvimos más que nada acceso a registros de casos chinos, dado que fue el primer país en tener casos de Covid-19. Ellos fueron muy estrictos en sus protocolos de aislamiento, con separación de la madre e hijo por al menos 14 días y alimentación del recién nacido con fórmula. Surgió inmediatamente mucha controversia con esto en el personal de salud y entre las madres. Pero rápidamente apareció literatura médica que puso en la balanza los beneficios conocidos de la lactancia y el apego versus los riesgos potenciales de la infección Covid-19 en los recién nacidos”.

Según la facultativa los beneficios de la lecha materna son muchísimos, pero el más importante es que protege a los recién nacidos de las infecciones. Así, en los lactantes amamantados exclusivamente por 6 meses, disminuye la tasa de mortalidad por diarrea en hasta 10 veces, y la de mortalidad por neumonía en hasta 15 veces, respecto a los niños que no son amamantados. Si la lactancia se prolonga por 24 meses disminuye a la mitad las muertes por causa infecciosa antes de los 2 años, y también disminuye la frecuencia de la otitis media en los niños menores de 2 años.

“Además del efecto en las infecciones, la lactancia materna disminuye el riesgo de sobrepeso y obesidad en los niños amamantados en un 13%, y aumenta el coeficiente intelectual en 3.4 puntos respecto a los no amamantados. Una revisión de 18 estudios arroja también una disminución de 19% de leucemia en niños. También tiene efectos beneficiosos en la madre dado que disminuye el cáncer de mama en un 7% por cada 12 meses de lactancia. A estos datos duros, se suma los efectos positivos sobre la vinculación madre-hijo, donde los estudios coinciden que es un factor positivo para el apego seguro”, agrega Gandolfi.

Preguntas (y respuestas) frecuentes

Si en un escenario normal una madre primeriza tiene interrogantes con respecto a su embarazo y parto, en tiempo de pandemia se han sumado muchas preguntas en torno a la lactancia materna. Para contener a las mujeres que están en esa etapa, Carolina Ávila aclara algunas dudas.

En las comunidades donde el Covid-19 es frecuente, ¿deben las madres amamantar a sus hijos?

La recomendación es siempre amamantar a los niños. Hasta ahora no se ha demostrado que la presencia del virus sea suficiente para que un recién nacido de término se enferme. Se alienta a las mujeres con infección confirmada o sospechada de Covid-19, en ausencia de otras complicaciones, a amamantar directamente del pecho materno, con mascarilla y buen lavado de manos.

Si una madre tiene Covid-19, presunta o confirmada, ¿puede seguir amamantando?

La recomendación de amamantar en forma directa va dirigida a madres confirmadas asintomáticas o con síntomas leves. Si sus síntomas van de moderados a severos se sugiere la extracción de leche para ofrecer al bebé y también como la forma segura del mantenimiento de la lactancia materna.

¿Cuáles son las recomendaciones de higiene para una madre que amamanta y con sospecha o confirmación de Covid-19?

Las recomendaciones son cuidados de higiene respiratoria como uso de mascarilla y lavado de manos y limpieza de superficies en contacto con la madre y el recién nacido.

Si una madre con Covid-19, presunta o confirmada, no dispone de mascarillas médicas, ¿debe amamantar a su bebé a pesar de ello?

Sí, ya que la lactancia presenta múltiples beneficios ya descritos. Se recomienda que las madres con síntomas de Covid-19 utilicen una mascarilla médica, pero si esto no es posible, se debe mantener la lactancia materna de igual forma. Es importante aplicar el resto de las medidas de prevención de infecciones como lavado de manos e higienización de superficies. Las mascarillas no médicas, como por ejemplo las que se realizan en casa o de tela, no están 100% recomendadas, pero tampoco se desaconseja su uso.

¿Cuáles son los mensajes clave para las madres que deseen amamantar, pero tienen miedo de contagiar de Covid-19 a su bebé?

Educar a las madres en la importancia de la leche materna como fuente de protección e inmunización ante diversas enfermedades y los beneficios que esta tiene tanto para el bebé, como para ella. Es importante recordar que no existe evidencia que confirme que el virus se traspasa a través de la lactancia, por lo que es fundamental mantener la lactancia materna.