A principios de este año, la cantante y actriz Selena Gomez lazó una plataforma online dedicada al cuidado de la salud mental llamada Wondermind. La celebridad, quien tiene más de 320 millones de followers en Instagram, habló en una entrevista para Good Morning America sobre este nuevo proyecto. Y explicó porqué ha sido tan abierta respecto a su diagnóstico de trastorno bipolar y su relación con su propia salud psicológica a lo largo de los años. En este aspecto, fue tajante en calificar el rol que ha jugado el estar tan cerca –o tan lejos– de las redes sociales en este ámbito de su vida. “He estado fuera de internet por 4 años y medio. Y mi vida ha cambiado por completo”, comentó. A sus casi 30 años, y siendo la cuarta personalidad más seguida a nivel mundial en Instagram, Selena sigue obteniendo los beneficios de una presencia online masiva sin tener que poner un pie en el universo digital. A través de un equipo que dirige sus redes sociales mantiene sus cuentas activas pero sin sufrir prácticamente ninguna de las consecuencias negativas de la exposición constante a una pantalla. Porque en un mundo eminentemente digital, en el que los medios y la tecnología no solo nos permiten mantenernos en contacto, sino que además facilitan casi cada uno de los aspectos de nuestras vidas, desde lo profesional hasta lo doméstico, poder dejar de lado los smartphones, tablets y otros gadgets, pareciera ser un privilegio al que solo pocos pueden acceder. “Soy más feliz, estoy más presente, conecto más con la gente”, explicó Selena durante su entrevista al ser consultada por cómo se ha sentido desde que logró reducir al mínimo su consumo de medios y tecnología.

Pero no solo para celebridades con una alta exposición en redes el uso intensivo de medios digitales tiene efectos negativos. Por ejemplo, si bien el concepto predominante respecto de las plataformas sociales es que, son instancias que nos permiten establecer y mantener conexiones con los demás, esto no necesariamente es así. De acuerdo con un estudio realizado ya en 2014 titulado Does Facebook Make You Lonely? se pudo mostrar que esta red social, en realidad, aumentaba la sensación de soledad en adolescentes. Y, al año siguiente, otra investigación publicada en la Revista Experimental de Psicología corroboró en esta misma línea que, incluso un consumo pasivo de Facebook disminuía la sensación de satisfacción de sus usuarios. Y como esta, existen otras nociones contraintuitivas respecto de la tecnología que se encuentran ampliamente masificadas. Tendemos a creer que elementos como los smartphones hacen nuestra vida más fácil. Simplifican nuestras labores diarias y, por ende, debiesen generarnos mayor bienestar. Sin embargo, la ciencia ha mostrado lo contrario. Un estudio realizado en forma conjunta por profesores de los Departamentos de Psicología de las Universidades de San Diego y de Georgia en Estados Unidos, mostró que existía una clara correlación entre un mayor tiempo de exposición a pantallas electrónicas y una disminución en la sensación de wellbeing o bienestar general de los adolescentes encuestados.

Se trata de información que la mayoría conoce. O incluso más allá, son situaciones que muchos han podido experimentar en primera persona, al percibir los efectos negativos que tiene en la mente y salud emocional el consumo excesivo de tecnología y medios digitales. Pero pareciera que, a pesar de conocer lo perjudiciales que pueden llegar a ser, no podemos dejar de consumirlos. Una encuesta realizada por el centro de investigaciones PEW, indicó que un 54% de los jóvenes norteamericanos se siente preocupado porque percibe que pasa demasiado tiempo navegando por internet. Y es que, pareciera ser que tal como ocurre con la comida chatarra, los medios, las redes y las pantallas se han convertido en nuestra nueva versión del fast food. Sabemos que nos dañan pero no podemos parar.

La neuropsicóloga clínica Valentina Canales agrega que, además de la cantidad de tecnología que consumimos, es muy relevante la calidad. “Generalmente, no nos damos el tiempo en saber si nos estamos informando de fuentes formales, expertos en un tema”. Explica que muchas veces asumimos que popularidad en internet es sinónimo de confiabilidad y eso hace que terminemos consumiendo contenidos de muy mala calidad. Y esta baja calidad afecta nuestra mente tal como un ingrediente poco nutritivo afecta nuestro cuerpo. “Pareciera que las personas andamos por la vida queriéndonos poco, somos perezosas sobre investigar qué consumimos o dejamos entrar a nuestras vidas. Terminamos dando tiempo, espacio a personas y medios que no siempre son los mejores”, comenta.

A diferencia de lo que ocurre con celebridades como Selena Gomez, para la mayoría de las personas no es posible externalizar la administración de nuestros correos electrónicos, redes sociales, consumo de noticias, calendarios online y aplicaciones de toda índole que nos ayudan a organizar el día a día. Pero, tal como lo hacemos con nuestro cuerpo, podemos cuidar nuestra mente siguiendo una dieta digital sana.

El concepto de dieta de medios o media diet no es nuevo y se puede definir como la suma de contenidos de entretenimiento o información que consume un individuo. En este sentido, se trata de un concepto amplio y que abarca toda clase de productos a través de todo tipo de plataformas.

Daniela Henríquez, especialista en ciberpsicología y Directora de la Fundación Efecto Mariposa @ongefectomariposa, explica que cuidar lo que consumimos en las redes es esencial para nuestro bienestar. “Lo que te das debiese ser para fomentar el bienestar y debes llevarte a lugares que te hagan bien. Eso incluye las redes sociales y sitios web”, explica la investigadora. Agrega que, en este sentido, aprender a filtrar la información para seguir cuentas que potencien cosas buenas en cada uno es primordial. “El tema es que filtrar la información que consumimos, implica aplicar la metacognición”, agrega. Y ahí está para muchos la dificultad. Esta etapa de reflexión sobre lo que consume nuestra mente implica un proceso consciente y estratégico según la especialista. “Con el ritmo de vida la verdad es que difícilmente uno va a hacer eso antes de entrar al celular, es más, el algoritmo ya lo hace por ti”, comenta. Pero agrega que darse esos breves instantes para preguntarnos cómo nos hace sentir ese contenido, tal como lo haríamos con un alimento, es vital para atraer el bienestar y un consumo responsable de las redes sociales y medios en general.

Valentina Canales concuerda con que es tremendamente importante dosificar la información que consumimos de los medios digitales. Especialmente porque determinan el cómo nos disponemos a comenzar el día y cómo va avanzando nuestro estado anímico durante el transcurso de la jornada. La especialista explica que la sugerencia es retomar el control a través de una pauta equilibrada. “Siempre la recomendación va a ir en ponernos a dieta sobre los medios digitales. Preferir un medio de comunicación formal, evitar informarse 3 veces al día por noticieros e idealmente dosificar la información difícil recibida”, comenta. “En ningún caso será recomendable informarnos con noticias antes de dormir”. Daniela Henríquez agrega que, en la práctica, para implementar una dieta sana y equilibrada de medios sin tener que llegar a un ayuno total se pueden usar herramientas como el modo avión para controlar el acceso que otras personas tienen a nosotros. La especialista en ciberpsicología agrega que las notificaciones son otro elemento clave que hay que cuidar para una buena dieta. “Las notificaciones de sitios de noticias son muy importantes. Hay que ajustarlas porque la sobrealerta puede resultar muy agotadora. Además te aleja de disfrutar del aquí y el ahora y acrecienta la ansiedad”, explica.

Sabemos que muchas veces la tecnología es como un snack decadente: nos hace sentir bien en el corto plazo. Daniela Henríquez explica que existen estudios que han mostrado cómo los efectos de las redes sociales pueden ser tan poderosos que generan liberación de dopamina en nuestro cerebro. Y la dopamina es conocida como el neurotransmisor del placer. Sin embargo, esta sensación de gratificación es efímera y la ciencia también ha logrado mostrar que los efectos que sí perduran en el tiempo, no son positivos. A pesar de eso, consumimos tecnología y redes en exceso porque es conveniente y facilita muchas cosas, pero hay una doble cara ahí que hay que tener en cuenta porque no todo lo que nos hace la vida aparentemente más fácil es inocuo. Y por eso es importante que, así como uno cuida su dieta para nutrir el cuerpo, también empecemos a pensar en cómo llevar una dieta equilibrada de medios y tecnología.