Se dice que el ruso Dmitri Mendeleev concibió la ubicación final de los elementos de su tabla periódica segundos antes de quedarse dormido. Lo mismo ocurrió con el inventor de la máquina de coser, el descubridor de la estructura de la molécula de benceno y con algunas melodías de Mozart. Todas fueron reveladas en el paso de la vigilia a la primera fase del sueño. Y es que esos breves momentos de lucidez han acompañado a la humanidad desde el inicio. Revelaciones científicas, artísticas o personales que aparecen antes de caer en el sueño son comunes desde mitos hasta en la Biblia.

Aunque algunos han querido ver en estos instantes una forma de inspiración divina o conexión espiritual, su explicación es mucho más sencilla de lo que parece. Y tiene se debe a algo absolutamente físico. El neurólogo Walter Avdaloff, director del Instituto del Sueño y especialista en esta materia, explica: "Cuando entramos en el sueño nuestro cuerpo experimenta cambios en la respiración, una disminución del ritmo cardíaco, relajación muscular y una baja en la temperatura. Estos son los primeros síntomas de que estamos pasando de la vigilia al sueño superficial".

¿Y por qué de pronto tenemos revelaciones o ideas claras?

Es que previo al sueño se produce un estado de relajación muscular y mental en el que las sensaciones, emociones y conexiones pueden fluir con mayor soltura que cuando estamos en un estado no de relajación. Esto es indispensable para lo que viene después, y esta lucidez que puede acompañar ese proceso se debe a eso. Antes de dormir estamos abiertos a los pensamientos y que surjan relaciones inesperadas que en un estado de alerta generalmente no ocurrirían.

¿Y estas impresiones o ideas brillantes se pueden trasladar al sueño, las recordamos, las olvidamos?

Sí, podemos recordarlas, pero quisiera decir que no es tan común que estos estados de relajo se produzcan de forma seguida. Menos en Chile, donde relajarse es algo cada vez más escaso. Por ejemplo, cuando las personas se quedan dormidas pensando en trabajo, tienen sueños laborales y realmente no descansan. El sueño tiene una condición reparadora, y si tenemos ideas o soluciones que surjan en las fases más superficiales, podemos recordarlas al despertar.

¿Hay alguna forma de extender esos instantes de lucidez?

Hay técnicas de relajación budistas que, por ejemplo, he usado en pacientes con insomnio. A las personas que padecen ese trastorno se les enseña a desarrollar una situación de mente en blanco antes de dormir, que es algo muy difícil de adquirir. El objetivo de estas técnicas no es quedarse en ese estado, sino que conseguir relajarse para que ahí se pueda tener un sueño de mejor calidad.

¿Ese momento "en blanco" supone la supresión de los pensamientos?

Supone la disminución de los pensamientos. Diría que la supresión de pensamientos es casi imposible.

¿Estos instantes de lucidez no son lo mismo que un sueño lúcido?

No. Un sueño lúcido es un fenómeno que le ocurre a una persona está despierta y bruscamente es asaltada temporalmente por un estado emocional y mental en el cual se distancia del medio ambiente y entra en una situación con las mismas características de un sueño. Son pacientes que entran en sueño REM de un segundo para otro. Si estos episodios se repiten, se habla de narcolepsia.

Para el doctor Avdaloff, esos pocos segundos de lucidez antes de entrar en el sueño pueden asegurar un buen dormir y, por lo mismo, le alarma cómo se ha ido postergando la hora de inicio del sueño en nuestro país. "Actualmente los chilenos se están quedando dormidos entre 00:00 y las 01:00 de la mañana. Yo sugeriría que fuera más temprano, porque no se están levantando más tarde y la reducción del sueño tiene sus riesgos. Un sueño breve lleva a una "deuda" de sueño, en la que se acumulan horas incobrables que pasan la cuenta en la memoria y el ánimo. Incluso puede generar desde un posible cuadro de depresión hasta un envejecimiento precoz".

¿Qué sugiere para una mejor conciliación del sueño? 

Comer muy liviano en la noche, no ingerir alcohol ni fumar, y el último café tomárselo después de almuerzo. Acostarse ojalá siempre en un mismo horario y respetar las siete horas de sueño. En la noche debe haber un período de preparación, ojalá inducido con una práctica de relajación. No hablo de algo místico ni espiritual. Por ejemplo, para las mujeres quitarse el maquillaje es eso. También hay que tener distante el televisor y teléfonos celulares. La gente usa el teléfono como si fuera el chupete o el tuto, pero la luz azulina de la pantalla genera un estado de alerta.

¿Y actividad física?

El deporte puede generar un estado de alerta, entonces es mejor no hacer mucha actividad en la noche. El sexo, en cambio, produce relajación, así que se puede hacer antes de dormir. Yo recomendaría que la habitación quede destinada al sexo y al descanso. En el dormitorio mejor no hablar de trabajo, de cuentas, de problemas. Conciliar el sueño es un arte y hay que aprenderlo desde niños. Nuestra sociedad moderna ha hecho que alteremos el sueño para estar siempre conectados, cuando dormir se trata justamente de lo contrario: dejar de estar disponibles.

EL YOGA DE LOS SUEÑOS

Para el Máster en Programación Neurolingüística e instructor de yoga, Mathias Dussert, ese breve espacio de lucidez antes de dormir es una frontera. "Científicamente se conoce como sueño hipnagógico o hipnopompico. Es un estado de ensoñación, de sueño psíquico, con un determinada longitud de onda cerebral, de cuatro a siete ciclos por segundos, lo que corresponde a las ondas Theta. Es decir, en este estado hay un predominio del subconsciente".

¿Cuánto puede durar?

Como ocurre naturalmente antes y después del sueño, puede extenderse en promedio entre tres a cinco minutos. Pero depende. Es un evento que permite una desconexión de los sentidos, en el que se desvanece la consciencia del cuerpo físico y del mundo exterior. Y durante su duración, se crean impresiones a partir imágenes almacenadas en la memoria.

¿Se puede extender? 

Sí, según  la tradición del maestro Sri Swami Satyananda Saraswati, que sistematizó la técnica del Yoga Nidra, conocido como el Yoga de los Sueños. Los seres humanos podemos entrenar de manera consciente lo que ocurre de manera natural e inconsciente cuando dormimos. Adiestrarse en esta práctica te puede guiar a recorrer las etapas de relajación física, respiratoria, emocional y mental, manteniéndote anclado solo por el sentido auditivo. Esto te permite apreciar a la manera de un espectador, con consciencia testigo, toda aquella información que emana de niveles mas profundos.

 ¿Y qué es el Yoga Nidra?

Como practica o técnica, es una meditación. Como definición, es un estado. El Yoga Nidra mezcla antiguas técnicas tántricas de meditación Nyasa con conocimientos modernos y en ellas el practicante mantiene un grado de percepción externa, escuchando y siguiendo instrucciones. Se practica en Shavasana, conocida como la postura del cadáver, manteniendo el cuerpo inmóvil y la mente despierta. Cada sesión puede durar entre 45 a 60 minutos. En este tiempo se recorre el cuerpo completo, relajando cada segmento. Se trabaja conscientemente la respiración, y con ello se renueva la energía. Hay métodos de relajación emocional, visualizaciones o  imaginaria.

¿Y cuál es la clave?

Lo más importante de la práctica es la siembre de una resolución personal. Esta es una frase breve, en positivo, que se recita mentalmente al inicio y al final de la practica. Lo que se siembre en Yoga Nidra, se cosecha en la realidad.

Talleres de Yoga Nidra

Dos sábados al mes, en Espacio Ser Chicureo. En la formación de instructores en Academia de Yoga Santiago hay módulos de Yoga Nidra y sesiones durante el año (Bremen 921, Ñuñoa).