Esclavina
En la colección otoño-invierno 2018-2019, Off White, la firma fundada en Italia por el estadounidense Virgil Abloh, propone una esclavina de seda acolchada complementando una minicapa de tweed.
Prenda de vestir sin mangas que se coloca emplazada alrededor del cuello, colgando, a modo de capa. Por lo general el largo, variable, se extiende hasta antes del codo para no limitar la movilidad. Puede incluir un ruedo más o menos amplio dependiendo de si asume una estructura semicircular o replica la curva natural de los hombros. Se lleva como pieza independiente y como parte de otras ropas, lo cual determina la inclusión u omisión de una abertura en el frente.
Tendencia. La esclavina deviene en tendencia a lo largo del siglo XIX. Hacia 1810 agrega glamour a las pellizas de talle alto, fabricadas en tejidos a rayas que cubren los ligeros vestidos blancos de las elegantes. Alrededor de 1830 se suma a las largas capas de terciopelo forradas en seda, utilizadas para asistir a la ópera. En el caso de los hombres, la esclavina se asocia al abrigo de cintura estrecha y faldón amplio, con el objeto de aportar protección contra la lluvia. Ambas modas se mantienen hasta más o menos 1870, cuando se imponen torsos ajustados para ellas y levitas rectas para ellos.
Origen. Si bien la capa está presente desde la Antigüedad, en algunos pueblos del norte de Europa, y más adelante en Roma, las primeras esclavinas, derivadas de la misma, remiten al Imperio Bizantino. En el siglo VI, la emperatriz Teodora usa una versión corta denominada maniakis, que viste sobre un manto púrpura. Elaborada en lana y seda, incorpora recamados en hilos de oro, perlas y piedras preciosas. Durante la Edad Media, la esclavina se integra al vestuario eclesiástico caracterizando la apariencia de las diferentes órdenes religiosas. Asimismo, provista de un capuchón y conocida como caperuza se transforma en una prenda adoptada por la mayoría de los grupos sociales. Una variante en piel de armiño, ubicada encima de la capa de terciopelo roja ricamente bordada, es empleada por los monarcas españoles.
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