Paula 1118. Sábado 30 de marzo 2013.
Instalaciones, fotografías, pinturas, objetos, videos: todos los lenguajes se dan cita en la muestra Paso de cebra. Bajo la curatoría de Cristián Velasco, 18 artistas que bordean la treintena hablan de su propia vida, donde lo privado se contamina con lo callejero para introducirse en el espacio del arte. Hasta el 27 de abril en el Centro Cívico de Las Condes.
En su primera experiencia como curador, el artista Cristián Velasco reúne a un grupo de jóvenes (de entre 28 y 35 años), -algunos ya conocidos, otros recién comenzando- que trabajan con distintos recursos y materiales, pero que se conectan en la honestidad y el desparrajo de sus propuestas.
Camila Lucero, Carolina Paz Muñoz, Cristián Rodríguez, Diego Santa María, Francisco Bruna, Gabriel Seisdedos, Grace Weinrib, Javier Mansilla, Josefina González, Mariana Najmanovich, Matías Solar, Mr Trafixxx, Pilar Mackenna, Ricardo Pizarro, Santiago Ascui, Sebastián Riffo, Stephanie Stifel y José Caerols (Yisa), conforman el colectivo de esta muestra heterogénea y vital.
Sebastián Riffo (28), exhibe el registro de una performance en la que apoya en un muro de la Plaza de Armas un autorretrato realizado por él a escala casi real. En el lugar de emplazamiento el artista se tendió bajo la pintura, generando una doble representación de su cuerpo.
La exposición habla del cruce de lenguajes que hoy operan en el campo expandido del arte contemporáneo. Muchos de los artistas trabajan simultáneamente en distintas disciplinas, transitando sin drama entre el video, la instalación, la performance o la pintura, utilizando los recursos que les sirven según cada proyecto y rehusando a matricularse en un género específico del arte. Pero no solo atraviesan los géneros establecidos, sino también la misma definición de arte. Es el caso, por ejemplo, de Mr Trafixxx, quien presenta algunos elementos de un proyecto performativo titulado Trafixxx Human Gallery– Thg, donde se mueve por distintos espacios con distintos implementos, concibiéndose a sí mismo como galería, o el artista Sebastián Riffo, quien juega con el contraste entre su cuerpo real y la representación pictórica de este, creando un doble fantasmal de sí mismo. Así, él y su autorretrato se instalan perturbadoramente en un muro de la Catedral de Santiago, en la Plaza de Armas. En la exhibición muestra el registro en video de esta performance.
Fresca, honesta y vital, ña muestra Paso de cebra constituye el primer ejercicio curatorial del artista Cristián Velasco. Lo precario, el reciclaje, lo personal y lo callejero se dan cita en este panorama de la sensibilidad que circula entre los nuevos artistas chilenos.
Más allá del carácter callejero y performativo, muchas de las obras recurren a estéticas donde predomina el reciclaje y la referencia a la cotidianidad. También, a través de sus trabajos, los artistas cuestionan las diferencias entre lo popular y lo culto, lo privado y lo público, lo artesanal y lo tecnológico. Paso de cebra, como zona de cruce peatonal, habla del azar que reúne manifestaciones diversas, produciendo intercambios inesperados. (Apoquindo 3300).
El espacio de la calle y el espacio doméstico, lo realista y lo abstracto, se cruzan y se interfieren en muchas de las obras que conforman la exposición Paso de cebra.