Hoy en día los masajes son el gran boom en el mundo del cuidado integral de la piel. Verdaderos gurúes, como el ruso Yakov Gershkovich, han instalado técnicas no invasivas para mejorarla y no sólo en cuanto a apariencia, sino también en su salud y firmeza.

La creación de Gershkovich es el Sculptural Face Lifting Method, y sus efectos han sido catalogados como la alternativa natural al botox; pero lo que busca no es solamente una mejora en términos estéticos: la parte emocional es esencial y uno de los objetivos de la técnica es precisamente el desbloqueo de emociones y bajar el estrés.

Es un tratamiento estético, pero también terapéutico y con beneficios para un mal que cada día es más habitual, el bruxismo; por eso, la manera de realizarlo incluye muchas maniobras intra-orales, las que identifican y ayudan a relajar los músculos tensionados.

Hay ortodoxos, pero también hay muchos y muchas que han adaptado el aprendizaje de esta técnica siguiendo su propia intuición y experiencia, como la catalana Mariona Vilanova. Ella lleva años perfeccionándose en masajes faciales, tanto así, que ha creado instrumentos que varios expertos han incorporado en su rutina; como la Lifting Cup, una herramienta también útil para automasajes con efecto liftng.

Según Mariona, este instrumento reafirma, elimina bolsas debajo de los ojos y doble mentón, relaja la musculatura, suaviza y da a la piel un tono luminoso y uniforme a partir de la estimulación sanguínea y el drenaje linfático y, además, su utilización optimizaría el efecto de cualquier producto cosmético que se use durante o después del masaje.

Mariona estudió el Sculptural Face Lifting al igual que la mexicana Lourdes "Polly" Zermeño, la única esteticista que tiene la certificación del método de Gershkovich en su país. Ella define su propia técnica como "un workout completo de todos los músculos faciales; es como ir al gimnasio".

Sus efectos terapéuticos van más allá del manejo del estrés, ya que ayuda al sistema nervioso, puede disminuir dolores de cabeza y sinusitis, ayuda a la parálisis facial y los problemas de articulaciones y es excelente para quienes sufren de TMJ (trastorno de la articulación temporomandibular). Además, Mariona explica: "Cada uno de los músculos de nuestra cara va relacionado con una emoción: descontracturarlos implica desbloquear estas emociones. Al relajar la expresión, las relaciones también se vuelven amables".

Una técnica cada vez más apreciada que va en ascenso en el mundo, especialmente por su efecto integral y resultados sin necesidad de cirugía.

@marionavilanova

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