Paula 1104. Sábado 15 de septiembre 2012.

Está en todas partes: portadas de revistas -entre ellas Paula- producciones de moda, campañas de centros comerciales y retails. La brasileña Fernanda Fiori lleva dos años en Chile y arrasa.

Pelo escuro y ojos verdes como de gato, enmarcados por unas pobladas cejas, muy estilo Brooke Shields, tiene la modelo brasileña Fernanda Fiori (21) que en sus dos años en Chile ya acumula más de cincuenta apariciones, entre comerciales, desfiles y campañas gráficas. Es cosa de hojear una revista y ahí está.

Su historia es como la de muchas otras modelos, casi un cliché: tenía 16 años y paseaba por Curitiva, la ciudad donde nació y creció, cuando un hombre se le acercó para preguntarle si quería ser modelo. Era Emmanuel Nass, dueño de la agencia brasileña Nass. Al poco tiempo Fernanda viajó a Chile por primera vez para probar suerte en la agencia Elite Model. Y le fue bien. Muy bien. Tras ir y venir, y terminar el colegio, se instaló en Chile.

¿Por qué crees que te ha ido tan bien aquí?

Primero, porque las brasileñas somos bien consideradas en todo el mundo por nuestra alegría y relajo para trabajar. Además, soy muy responsable y profesional. Me gusta lo que hago y lo hago con pasión.

Felipe Ramírez, su booker en Elite, explica que el interés por Fernanda Fiori "se debe a su singular belleza, de piel muy blanca, pelo oscuro y cejas gruesas que resaltan con mayor fuerza los rasgos de su cara, muy de moda. Ella se conoce muy bien y sabe perfecto cómo posar, por lo que esa actitud mezclada con su belleza vuelve locos a los clientes".

Gisele Bündchen y Alessandra Ambrosio son, según el último ránking de revista Forbes, unas de las modelos mejor pagadas del mundo y ambas son brasileñas. ¿Por qué no te interesa hacer carrera en Brasil?

Allá el mundo de la moda es muy loco y mucho más competitivo que en Chile. Vas a una prueba de cámara y hay cien chicas, todas guapas, compitiendo por un cupo. Creo que aquí tengo mejores oportunidades, a las

modelos se les trata bien y es más fácil. Las agencias te venden por fotos y no hay que pasarse todo el día en castings.