"A principios de 2017 había vuelto recién a Buenos Aires de unas vacaciones en Chile. Yo venía de un año donde por primera vez, desde que tenía 17, me sacaba fotos con mi ropa; un año donde había decidido mostrarme y no usar modelos para mi marca. Antes me daba vergüenza, porque todavía no me aceptaba al 100% y pensaba que lo mejor era seguir los pasos de la industria.
Un día de esos empecé a sacarles fotos a las chicas que venían a probarse distintas prendas a mi showroom. Ellas engancharon con la idea y de pronto me di cuenta de que tenía fotos muy lindas de personas reales usando mis diseños. Decidí que quería seguir haciéndolo e invité a todas las que me siguieran en Instagram y quisieran jugar a una tarde en la tienda.
Una amiga que tiene una pastelería me dijo que llevaría cupcakes y yo me animé a hacer el té. Y así nació el primer tea party. ¡Todas se volvieron locas! Nunca lo había hecho y a todo el mundo le encantó.
No lo planifiqué. Soy muy de ver qué sale, qué se da, y esa vez fue explosivo. Las que estábamos ahí nos acordamos de Alicia en el País de las Maravillas, porque las tazas eran re lindas, la mesa era rosada y era todo muy Alicia. Y a pesar de que en las tardes en Argentina no se toma once como acá, las chicas me pidieron que lo hiciéramos una vez al mes.
La merienda —como le decimos allá a la once— es para los niños que vuelven del jardín o del colegio. Ahí se toma leche con galletitas. Yo todavía lo hago, pero me hago un té y como algo a media tarde. Es una acción tan tradicional que, por más que crezca, siento que me va a gustar siempre. Además aprovecho de usar tazas lindas, de antes o antiguas, porque mi personalidad es así.
Me parece tonto perder algo sólo porque es de niños, cuando en realidad te morís de ganas de hacerlo. Por eso, cuando vengo a Chile, trato de organizar siempre el tea party. Aquí es un festejo y una despedida a la vez. Hay algo de sorpresa y expectación en que todo el que quiera pueda venir a esta once o o tea party. Y eso hace que esto sea aún más interesante y lindo".
Juli Santini, 28 años, diseñadora de vestuario argentina