Paula 1239. Sábado 18 de noviembre de 2017. Edición aniversario 50 años.
Se le ha llamado la cuarta revolución industrial: en 20 años, solo el 9% de los estadounidenses trabajará tiempo completo. Lo que viene es la independencia. Sin jefe, sin horarios, sin oficina. Así lo asegura el estudio Workforce of the future: The competing forces shaping 2030, de la consultora Price Waterhouse Coopers (PWC).
Aunque el trabajador independiente ha existido desde siempre, solía estar asociado a empleos informales, pero ser freelance es distinto. Son profesionales que eligen más libertad, un fenómeno que ha crecido de la mano de la tecnología. El teletrabajo es otra modalidad de flexibilidad, pero implica contrato, aunque se trabaje remotamente.
En la escena académica, circulan propuestas como la del profesor de Sociología de la Universidad de Londres, Alex Williams, quien plantea reducir la semana laboral a cuatro días y dejar tres para descanso. Ello disminuiría, dice, los traslados y el gasto energético, y aumentaría la productividad.
En Chile el teletrabajo está asomándose: según PWC, 13% de las firmas locales ha implementado sistemas de trabajo remoto. El Estado se sumó: desde marzo, el 10% de los funcionarios de Inapi trabaja cuatro días a la semana desde su casa. El teletrabajador, en el fondo, sigue teniendo el beneficio del contrato, sumado al de la flexibilidad. Pero para el freelance no todo es color de rosa: "Hay condiciones precarias, y eso hay que regularlo", dice el director de la OIT para el Cono Sur, Fabio Bertranou.
El trabajo independiente creció 6,6% en los últimos 12 meses, según el INE. También han aflorado los <em>coworks</em>, espacios compartidos para trabajar. En los próximos dos años, se estima que más de 30 mil chilenos trabajen en esta modalidad, según la empresa Co-Work.
¿Supersónicos?
Pagar en cajas inteligentes en el supermercado o manejar guiados por una voz, así como en Los Supersónicos. Un futuro que imaginó Hanna Barbera en los 60, y que llegaría poco a poco. Según PWC, al 2025, 1 de cada 3 trabajos serán reemplazados por robots. Otro dato: en más de la mitad de las profesiones, 30% de las actividades podría ser ejecutadas por máquinas, según el informe A future that works, de McKinsey Global Institute. De esto se trata la automatización, que se define como tareas que se ejecutan sin que alguien supervise. "Esto se genera con Inteligencia Artificial (IA) –que detecta patrones y permite resolver problemas– y con robotización", explican Mauricio Reyes y Carlos Farías, de Nimatec, especialistas en IA en Chile. Y añaden: "Hay muchos puestos que hacen tareas automatizables en Chile. En 20 años, es un hecho que esto va a ocurrir".
Cómo influirá la economía colaborativa
Surgió como concepto en 2010 y un año después la revista Time la proyectó como una de las 10 ideas que cambiarían al mundo. Se trata –dice Wikipedia– de una interacción entre dos o más sujetos, a través de medios digitalizados o no, que satisface una necesidad. Este modelo está generando un contexto ideal para generar nuevos empleos independientes o para aumentar los ingresos. En Chile hay más de 30 iniciativas de este tipo: desde apps de préstamos de dinero como Cumplo, o personas que comparten sus viajes de auto a través de Allride. Otras clásicas plataformas son Airbnb o Uber. "El ciudadano productor es capaz de poner en valor aquello que le gusta, aquello que tiene, o su tiempo. Y generar recursos", dice el español Albert Cañigueral, de Ouishare, red global de economías colaborativas con presencia en Chile.