En su tercera colección de alta costura para Givenchy, Clare Waight Keller ya ostenta su rol de mando.
La sombra de Riccardo Tisci se disipa y también las burlas y acusaciones de plagio que el italiano escribiera en las redes durante el debut de la diseñadora inglesa. Clare afianza su presencia y demuestra su personalidad con un show potente y definitivo.
En contraste con las imágenes de "Bambi", vírgenes dolorosas y monos enfurecidos del reinado de Tisci, Clare pone paños fríos con una estética despojada de imágenes y logos, una búsqueda apoyada en la abstracción y en conceptos arquitectónicos.
Look 1. Simetría y exactitud en un blazer con solapas contrastadas y piernas de látex, obra de @atsukokudolatex.
Look 2. Líneas rigurosas, silueta contundente, impacto óptico y referencias a la sastrería, el sello Keller.
Look 3 . Gigantesco 'moño mochila', marco de contraste con la silueta del bustier y el peplum; la falda con godets perfectamente perfilados, un ítem memorable de
la colección.
Look 4 . Látex azul en el guante asimétrico, que desafía las líneas del vestido strapless con falda de volantes plisados acanalados.
Look 5 . Permiso para jugar, libre de órdenes geométricos, este vestido de flecos multicolores descontractura la colección.
La contundencia formal de Keller se vale de contrastes de color, formas definidas y construcciones precisas. Este cóctel se vuelve poco romántico y un tanto masculino. Sin comparaciones, miremos esto como los atributos de una nueva era en Givenchy.