Hace algunos años que escuchar podcast se volvió costumbre. De hecho, un estudio conducido por Edison Research el año pasado demostró que en abril de 2019 el 32% de la población había escuchado un podcast en el último mes. Estamos hablando de 90 millones de personas, de los cuales el 22% aseguraba escuchar en promedio siete programas en este formato a la semana.

Por otro lado, alrededor de la misma fecha, los buscatendencias de Voxnest aseguraban que el mercado donde más se estaba expandiendo el negocio de los podcast era el sudamericano, liderado por Chile con un incremento del 83,95% en relación al año anterior, seguido por Argentina (49,1%) y México (47,84%).

A comienzos de este año, en tanto, desde Spotify aseguraban que a nivel mundial el consumo de podcast había crecido en un 200% y que más de un 16% de sus usuarios consumían al menos uno de los 700 productos de este tipo que ofrecen en su plataforma.

Pero el coronavirus vino, por supuesto, a cambiarlo todo.

Existen muchos podcasts donde participan más de una persona y técnicamente grabar a distancia manteniendo un producto de buena calidad es complejo. Pero no solo eso, sino que además está la dificultad de organizar el tiempo para poder grabar a la misma hora sin estar en el mismo lugar y lograr que se cree la misma "magia" a la que los auditores están acostumbrados.

Bien lo sabe María José Castro, co-conductora de cuatro podcasts, entre los cuales se encuenta Con la ayuda de mis amikas (con Valeria Cárcamo), el que figura como el tercero más escuchado de Chile y el más escuchado a nivel nacional conducido por mujeres.

Los distintos podcasts de las amikas se están grabando a distancia desde hace un mes aproximadamente y, según cuenta María José, más allá de los problemas técnicos que esto ha significado -y que han ido solucionando- la gran dificultad es la falta de contacto.

"A pesar de que vemos esto como un trabajo y somos lo más profesionales posible, ha sido difícil no grabar de forma presencial porque este es un contenido que hacemos entre amigas, entonces cuando nos toca grabar, también es un momento de esparcimiento para nosotras", asegura. Y añade un importante punto: "Cuando grabas en persona, estás viendo la interacción del otro, entonces estás atenta a sus respuestas no verbales. A veces con miradas puedes saber si la otra persona quiere hablar o no".

En relación a la audiencia, asegura que según las estadísticas han logrado mantenerse, mientras que a través de comentarios en sus distintas plataformas (iVox, Youtube, Spotify, Apple Podcast e Instagram), han recibido agradecimientos por mantener la periodicidad de los episodios.