Correr es un deporte para el que no se necesita demasiado. Con un buen par de zapatillas y la indumentaria adecuada, puedes salir a trotar sin preocuparte por pagar membresías ni por comprar implementos carísimos. Tampoco necesitas un lugar especial para practicar este deporte, porque basta con salir de tu casa para estar en un lugar en el que puedes mover las piernas. Puede ser arenilla, pasto, tierra y pavimento, lo cierto es que la mayoría de las superficies se adaptan cuando hay ganas de usarlas.

Lo cierto es que correr es una forma fácil de hacer actividad física, y el otoño es una época perfecta para empezar ¿Por qué? No hace tanto frío como en invierno ni tanto calor como en verano, por lo que puedes salir a correr temprano, pero sin preocuparte por madrugar demasiado. Además, con un poco de suerte -y de medidas sanitarias correspondientes- puede que a fin de año vuelvan las carreras o eventos deportivos, por lo que empezando ahora vas a poder sumarte a tu primer desafío, si así lo quisieras.

¿Por dónde empezar? Lo primero es revisar si tenemos la indumentaria necesaria para correr. Las zapatillas son importantes, y aunque las de primera línea de las marcas deportivas pueden incluso superar los $100.000, para empezar puedes optar por alternativas de menor precio. Pero no te confundas, necesitas zapatillas diseñadas para correr y no para entrenar en el gimnasio o para pasear, pues te ayudarán a evitar lesiones y a mejorar tu rendimiento.

Un error que se suele cometer es que se usa cualquier polera o pantalón de buzo para hacer deporte, cuando lo correcto es evitar materiales como el algodón, que se mojan fácilmente con la transpiración y que no se secan con facilidad. La sensación de pesadez y de frío que podrías sentir, además de cierta irritación por el sudor harán que correr no sea esa experiencia agradable que imaginabas. Opta por ropa diseñada para hacer deporte, con materiales de secado rápido, como las tecnologías dry fit o instacool.

No hay que mirar en menos los petos deportivos. Salir a correr usando sostenes puede parecer prudente, pero lo cierto es que se necesita sujeción y soporte suficientes para sentirse cómodas durante todo el recorrido y evitar roces que provocan dolorosas heridas. Se recomienda usar petos de sujeción media a alta.

Recuerda que los avances se ven con tiempo y constancia. Sí, hay personas que tienen un don especial para el deporte y la resistencia, y que en sus primeras salidas a correr van a lograr ritmos y tiempos que incluso corredores más experimentados no logran conseguir. Pero la mayoría de las personas debería empezar con metas más realistas; correr y caminar durante 15 minutos o media hora puede ser un buen punto de partida.

En The New York Times hicieron una guía para partir con este deporta y en ella entregan una fórmula básica para empezar un plan de entrenamiento cuando se tiene poca experiencia. Lo primero, postulan, es entrenar tres veces por semana. Esto es clave, especialmente cuando se está empezando, porque sobre entrenarse es sinónimo de lesionarse, y eso es algo que hay que evitar. Dos de estos días deberían enfocarse en mezclar correr y caminar, durante 20 o 30 minutos, para luego dejar un día de mayor esfuerzo, en el que se recomienda correr, o correr y caminar durante 40 minutos.

Cuando corremos, tenemos que evitar una máxima velocidad, pues es poco sostenible. Lo mejor es buscar hacerlo a un ritmo en el que podamos conversar. Un truco para lograrlo es intentar cantar algunas líneas de una canción mientras corremos. Y nunca temamos parar a caminar cuando sea necesario. La resistencia va a llegar de a poco, y con el tiempo podrás correr durante media hora sin parar.

¿Qué hacer los otros días de la semana? El medio recomienda descansar o practicar entrenamiento funcional o de pesas.

Al igual que con cualquier otro deporte, no debemos ignorar el dolor. Hay que cuidar las rodillas, los tobillos, la espalda, los brazos y todo el cuerpo en realidad, y si sentimos un dolor fuera de lo común, consultar con un especialista. Y para evitar dolores musculares, siempre debemos elongar antes y una vez terminado el ejercicio, alimentarnos de forma adecuada, con proteínas, carbohidratos y grasas, sin restringir nuestra dieta, porque necesitamos todos los nutrientes para una buena recuperación.