“Al estornudar tengo que cruzar las piernas. Para correr tengo que usar toallitas. El otro día salté en la cama elástica con mis hijos y tuve escapes de orina. Ésas son algunas de las frases que salen a la luz cuando converso con mujeres y les cuento que soy kinesióloga de piso pélvico. Y aunque una de cada cuatro mujeres menores de 50 años tiene incontinencia urinaria, trato de explicarles que a pesar de que el porcentaje es alto, las fugas de orina no son normales. Independiente de la edad que tengan quienes las sufren.

Frases como “no me hagas reír que me haré pipí” se han ido perpetuando. Hemos normalizado estos síntomas, como si el solo hecho de nacer en la anatomía de mujer y tener hijos e hijas nos condenara a tener incontinencia. Pero no. Esto no solamente tiene cura, también se puede prevenir.

Si bien los escapes de orina pueden darse en cualquier persona -independiente del sexo y la edad-, hay factores importantes en el ciclo vital de la mujer donde aumenta la probabilidad de que aparezcan, como lo es la gestación y el parto. Parto vaginal y cesárea. Sí, cesárea también. He visto a mujeres de 35 años sentarse en mi consulta y que me comentan que vienen porque están en su semana 26 de gestación y ya tienen fugas de orina, dejando al descubierto que ya se han informado de todos los cambios que pueden ir ocurriendo durante el embarazo y viendo la incontinencia como algo completamente normal.

De igual manera tras el parto. Mujeres de 32 años con una hija de 3 años nacida por cesárea que llegan con escapes de orina al toser, reírse y entrenar. Mujeres que llevan esa calidad de vida desde hace 3 años y que ya algo cansadas llegan buscando rehabilitación.

Como especialista he aprendido que atender estas fugas es parte del autocuidado de nuestro cuerpo. Me he dado cuenta de lo importante que es cuidarnos para poder sentirnos libres para movernos, para saltar, para reírnos y estornudar. He aprendido que la libertad de movernos con seguridad es autocuidado y que no importa la edad que tengamos ni el tiempo que haya pasado. Siempre podemos hacer algo”.

María José Quiñinao Aguilar es Kinesióloga especialista en obstetricia y uroginecología.