Hugo y Alejandra abren las puertas de su casa para enfrentar el problema que desde hace cinco ha años se ha tomado su cama: la eyaculación precoz. "Le he fallado como amante", sostiene con pesadumbre Hugo frente a las cámaras.

En la vereda opuesta está Marcos, siempre con ganas, juguetón, hostigoso. Tanto, que ha apagado el deseo sexual de su pareja, Clara. La presiona, la intercepta, la aborda sin una gota de romanticismo. Clara está aburrida, y también triste: le duele que Marcos piense que tiene un amante.

"Mi cama es un hielo", dice otra señora llorando. "No tengo sexo con mi mujer, ¿cómo me voy a querer?", afirma un hombre. Así, diez ultra valientes parejas han aceptado televisar su vida cotidiana y hablar de sexo sin pudores, seleccionados entre más de 3.000 llamados, para el programa SOS, la sexualidad de los chilenos, de Chilevisión.

Anorgasmia, disfunción eréctil o falta de deseo son algunos de los temas de la primera temporada de este docu-reality de 10 capítulos, cuya premisa se funda en televisar la terapia sexual de una pareja. La pregunta que cruza todo el programa es: ¿Lograrán superar su problema?

La fotógrafa María Gracia Subercaseaux es la anfitriona y sostiene que, al igual que las parejas del programa, ella hizo pública su terapia al autorretratarse desnuda. Rodrigo Jarpa es el terapeuta. Sicólogo con un postgrado de Terapia Sexual y de Pareja en Barcelona, es el fundador del Centro de Psicoterapia y Salud Sexual. Hasta sus conocidos le escriben a su página web habladesexo.com bajo seudónimo para preguntarle sobre sus problemas sexuales.

¿Por qué es tan importante hablar de sexo? ¿Y en la tele? María Gracia Subercaseaux y Rodrigo Jarpa se sorprenden con la pregunta. Para ella, era un nicho poco o nada explorado en televisión y la manera en que lo abordan, entregando ayuda médica a las parejas, le da un fin sanador. "No es el sexo por el sexo", asegura la fotógrafa . "Hoy, hablar de disfunciones sexuales en un programa de televisión con testimonios reales, sin risitas ni eufemismos, nos hace crecer".

Los tímidos comentarios que van apareciendo en el blog del programa le dan la razón: "El capítulo del joven que padecía de eyaculación precoz me animó a pedirles ayuda… Nadie me ha podido ayudar, estoy a punto de perder mi matrimonio por este problema. Por favor, ayúdenme", escribe Anónimo. Una mujer bajo el nick Frígida postea: "Lo hice con mi novio por primera vez y no sentí nada… No sé tampoco si tuve un orgasmo. ¿Qué hago? ¿Seré frigida?".

Según Jarpa, el especialista, la sexualidad de muchos chilenos está fallando por dos razones: por el egoísmo de buscar la satisfacción personal sin considerar al otro en sus necesidades y por el narcisismo. "Estamos teniendo sexo para reforzar la identidad, sobre todo algunos hombres que van como sementales por la vida para reafirmarse. Detrás de esto hay una inseguridad feroz". Jarpa sostiene que el sexo fuerte es la mujer y no el hombre. "Nosotros tenemos un solo orgasmo, las mujeres pueden seguir y tener muchos. Éste es un componente biológico importante para la adaptación de la especie. Si el hombre pudiera seguir, probablemente seguiría todo el día y no saldría a cazar", argumenta.

Afectividad

Las parejas que aparecen en SOS se aman y están dispuestas a acompañar al otro y, juntos, recuperar lo perdido. Se trata de sexo con afecto.

¿Por qué es tan importante la afectividad en el sexo? María Gracia no lo duda. "Es fundamental", declara. Rodrigo, por su parte, dice que si bien es totalmente válido el sexo sin afecto, mientras más integrada sea cualquier tipo de emoción, más se acerca a lo sano.

Tal vez por eso cuando recibe a una pareja en su consulta exige suspender la infidelidad. "Hay que dejar a los amantes, porque quitan mucha energía", señala.

También pide sacar a los niños de la pieza matrimonial y eliminar esa costumbre tan arraigada de todos regaloneando en la misma cama, tomando desayuno o viendo tele. "Los niños en la cama de los papás es transversal: lo veo desde La Dehesa hasta Villa Francia", señala.

Privacidad y espacio

Uno de los tópicos que se tratan en el programa es la falta de deseo. Según Rodrigo, éste es el tema del futuro en materia de problemas sexuales, el deseo esquivo asociado a la falta de tiempo o de espacio físico. A sus pacientes les suele pedir que lleven a la consulta un gráfico con la torta de distribución de las horas que dedican a todas sus actividades que tienen en el día. "Nunca nadie ha dibujado una porción dedicada a tiempo para el sexo. Cuando les pregunto qué pasaría si les quitaran una tajadita de tiempo a otras actividades para dedicarla al sexo, empieza la resistencia", señala. "Muchas veces tienen motivaciones más profundas para no tener sexo y simplemente se excusan en la falta de tiempo".

Entonces, empieza el boicot. Imagine a una pareja que consulta por disfunción eréctil. Y que poco a poco, gracias a la terapia, empieza a mejorar su performance sexual. Hasta que un día ella empieza a experimentar una suerte de fantasía paranoide y piensa: "Si se mejora, capaz que me deje, seguro se va con otra".

"Cosas así ocurren. Muchas veces inconscientemente, pero ocurren. Y volvemos al mismo terreno de las inseguridades", dice Rodrigo.