No son novedad, es cierto, ya las habíamos visto y usado en años anteriores, pero su aire fresco y naif ha vuelto a encantar, y esta vez no solo a las adolescentes. En plena ciudad con luz de día o convertidas en joyas más elegantes para la noche, estos accesorios dejan la playa para instalarse en todas partes.
Podríamos decir que el revival comenzó el año pasado cuando Prada subió al escenario distintos tipos de collares y aplicaciones con conchitas en su colección otoño- invierno 2017/18. Las influencers adoptaron rápidamente esta tendencia marina y este verano fue el complemento favorito en el hemisferio norte.
El collar fue sin duda el accesorio más utilizado y se vio en distintos formatos: choker o largo, solo o acompañado de más colgantes, natural o bañado en oro. "Hoy vuelven con un aire renovado y podemos encontrarlas también en pulseras, anillos, aros, tobilleras y hasta en aplicaciones de calzado, prendas o carteras", dice la asesora de imagen Sofía Lavanchy (www.sofialavanchy.com).
Aunque sean un elemento propio del mar, Sofía aclara que son perfectamente usables en la ciudad y para distintas ocasiones, todo dependerá de cómo las llevemos. "Recomiendo no recargar demasiado si son para eventos más laborales y si buscamos dar cierta formalidad a nuestros looks, es preferible elegirlas en una joya de oro o plata", concluye.