Una nueva masculinidad tóxica invade TikTok: el hashtag #Sigma tiene más de 50.000 millones de visualizaciones alrededor del mundo.

Las publicaciones son acompañadas por emojis de copas de vino e incluso de moais de Rapa Nui. El vino hace referencia a la idea de aprovechar los placeres de la vida, mientras que la estatua representa, supuestamente, un guerrero, el poder y la masculinidad.

Hasta ahí pareciera no haber ningún problema. Pero quienes siguen la tendencia también comparten símbolos del cine y de la cultura popular, como Patrick Bateman (Psicópata Americano); K (Blade Runner 2049) y Tommy Shelby (Peaky Blinders).

Un signo distintivo de los sigmas es considerarse lobos solitarios, demasiado inteligentes para el resto del mundo, especialmente para las mujeres. Buscan la perfección, el poder y la superioridad, tanto en su aspecto como en su situación económica. Otra de sus características es su frialdad emocional, el menosprecio a las mujeres y la creencia en que el movimiento feminista les quitó privilegios.

“Debemos enfocarnos en nosotros mismos, respetar nuestros a padres, no andar detrás de mujeres e invertir esfuerzos solamente en ‘piezas raras’”, dice uno de los videos con el #Sigma en TikTok. Esas “piezas raras” serían, según la descripción, mujeres vírgenes o “con poca vida sexual” que “se dediquen exclusivamente a su Sigma”.

“Su imagen de la masculinidad y, por tanto, su identidad está en crisis, provocada por la emancipación de la mujer. Por eso también declaran enemigas a las mujeres. Esto puede parecer ridículo en el contexto de los clips mal editados de Psicópata Americano, pero la base es la misoginia, y es real”, plantea la revista Glamour de Alemania.

Uso de redes sociales

De acuerdo con el más reciente estudio de la fundación Common Sense Media, alrededor de dos tercios de los niños de 12 años a nivel mundial ya tienen un smartphone. El mismo informe revela que el uso de las redes sociales asciende a un total de cinco horas y media por día para los niños de 8 a 12 años y un poco más de ocho horas y media por día entre los adolescentes. En todos los casos, su red social favorita es TikTok y es donde más se informan.

Así, es prácticamente imposible que los menores de edad no se vean expuestos a la tendencia de los #Sigma o a otras que esparcen odio en internet. Y no se puede ignorar que “las redes sociales influyen muchísimo en la forma de pensar, de relacionarse, de ir configurando la identidad de niños, niñas y adolescentes”, dice Guila Sosman, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales.

En esa línea, comenta, es muy importante estar atentos a tendencias dañinas, como las de los #Sigma. “Es muy complejo, porque estas pueden empezar a transformar la imagen que los jóvenes tienen de sí mismos. Es muy fácil que empiecen, a esa edad, a adoptar ese tipo de ideas sin criterios, lo cual tiene efectos en cómo se relacionan consigo mismos y con los demás”.

“Es bastante riesgoso y por eso es tan importante hablar al respecto. No limitar ciertas cosas -como el acceso a internet- sino conversar, abrir los temas, hablar de qué opinan de esto, ver otras miradas, para que ellos puedan tener una perspectiva crítica respecto de lo que ven en redes”, sostiene.

Recomendaciones

La experta recomienda generar espacios de conversaciones abiertas con los adolescentes. Preferencialmente en situaciones cotidianas, como almuerzos o paseos, en que la dinámica que se genere sea de hablar de esta y otras noticias o temas de interés.

Además, plantea la necesidad de que los padres no empleen calificativos negativos ni juicios de valor, sino que inviten a sus hijos a conversar, a contar de qué se tratan ciertas cosas con una actitud abierta. “Es probable que un joven, al no sentirse juzgado o evaluado, se abra”.

Asimismo, Guila Sosman sugiere entregarles material para informarse al respecto. “Para generar una perspectiva crítica de esta situación, tanto los padres como los hijos deben informarse. Es importante que los hijos sepan que esta u otras tendencias no son la única realidad que existe”, afirma. “Para los niños, niñas y adolescentes es importante contar con más información, porque sino simplemente reproducen, difunden y comparten ciertos contenidos sin tener filtro. Pero es muy difícil tenerlo sin contar con la compañía de adultos que estén al cuidado y de instancias de reflexión en los colegios”, añade.

La académica concluye que los niños, niñas y adolescentes deben estar acompañados de adultos que en distintas instancias puedan mediar este tipo de contenido: “de lo contrario no van a poder filtrar este tipo de tendencias. Tenemos que ayudarlos a que tengan las herramientas para ello”.

Lee también en Paula: