Aunque existen juguetes que están diseñados para ser usados específicamente durante la hora del baño, lo cierto es que los niños muchas veces terminan tirando cualquier cosa para entretenerse en el agua. Y los padres y madres rara vez le ponemos atención, ni siquiera esos que sí son pensados con este fin y que no todos sabemos que tienen fecha de caducidad, por así decirlo, ya que después de un tiempo se convierten en el hogar de desagradables hongos.
Sin ir más lejos, un estudio realizado por el Swiss Federal Institute of Aquatic Science and Technology, investigó juguetes usados en la tina para entretener a los niños y concluyó que cada uno contenía entre 5 y 75 millones de células bacterianas por centímetro cuadrado.
Pero ¿qué tan grave es encontrarnos con accesorios para el baño infantil que por dentro están verdes o negros a causa de estos microorganismos? Jan Paul Wilhem, infectólogo de Clínica Alemana, lo explica así: "Si bien algunas de estas bacterias y hongos se asocian a infecciones en humanos, no es necesario alarmarse, pero sí ocuparse, ya que afectan a los niños inmunosuprimidos y pueden gatillar complicaciones en pacientes alérgicos y asmáticos”.
Para evitarlo, el especialista sugiere no usar juguetes con orificios ya que éstos acumulan bacterias y hongos en su interior. Otra opción es sellar los orificios con silicona o bien agrandarlos para facilitar su aseo.
Los juguetes que ocupan los niños y niñas debieran estar siempre en condiciones de higiene óptimas, especialmente aquellos que tienden a humedecerse. Aunque los papás se preocupan principalmente por aquellos que se usan para jugar en la tina, existe otro grupo que también puede presentar un problema de hongos y bacterias: aquellos usados por niños pequeños y que tienden a ser mordidos o chupados.
Wilhem dice que no es necesario eliminar juguetes limpios, pero que para prevenir infecciones es importante asegurarse que después del baño -o de haber estado en la boca de los niños- se sequen bien. “Si ya han acumulado suciedad y son difíciles de limpiar, lo prudente es eliminarlos”, recomienda.