Mercurio hizo el paso al signo de Aries el día domingo, generándose un cambio en la manera que tenemos de pensar, comunicarnos y socializar. Mercurio representa al mensajero de los dioses en las mitologías griega y romana, que lleva de un lado a otro la información y dirime disputas entre las deidades.

En Aries, este planeta se caracteriza por su fiereza y su forma cruda de comunicar. Es probable que nuestra actividad mental aumente de manera considerable, y que sintamos que tenemos muchas ganas de hablar, de entender y aprender. Sumado a la ya presente energía del Sol y Venus, estas semanas nos prometen bastante acción.

Ten cuidado, porque esta posición mercurial es conocida por no tener pelos en la lengua: es posible que la impulsividad tienda a hacernos más crudos en las formas y quizás un poco más hirientes que de costumbre. Cuida lo que dices, honra los sentimientos de los demás. Cuida la impulsividad al querer comunicarte o hacer cosas, porque puedes equivocarte con ganas. Mejor pensar dos veces lo que queremos hacer, antes de meter la pata.

Esta posición también se relaciona mucho con la verdad, por lo que es posible que sensaciones que podían haber estado un poco confusas se orienten hacia un lugar claro. Con el ángulo armónico que tendremos entre Aries y Géminis, que se ha venido formando entre las últimas semanas, vamos sí o sí a salir de la nebulosa pisciana y la falta de energía que podremos haber estado sintiendo en las últimas semanas. Proyectos se resolverán, se tomarán decisiones, podremos comprender dónde estamos pisando con mucha más certeza.

Lo que se ha estado cocinando lentamente en el horno pisciano ya se podrá entender. Muchas de las preguntas que nos hemos estado haciendo finalmente podrán ser respondidas. ¿Hacia dónde, cómo? Con la fuerza de Aries fuerte en el cielo, aspectada a Acuario y a Géminis, tendremos recursos de sobra para encontrar nuevas maneras y soluciones a problemáticas que en las últimas semanas se pueden haber sentido como tremendas. Es hora de dejar de ahogarnos en vasos de agua y apuntar firme hacia los nuevos objetivos que hemos estado queriendo tener.