La vida del huerto no se acaba cuando llega la temporada de frío. Al contrario, en otoño e invierno se vive una etapa de recolección, siembra y preparación para las próximas estaciones. "Cuando las temperaturas bajan, los días se acortan y tenemos menos luz, todo crece más lento. Esta es una buena época para sembrar diferentes tipos de lechugas, kale, rúcula, espinaca, acelgas de colores, mostaza, tatsoi y mizuna, entre otras. También se puede sembrar hortalizas como rábanos, zanahoria, betarraga, brócoli, coliflor, repollo, puerros, cebollines, arvejas y habas", explica Anne Taylor, experta en jardines funcionales. Además, a principios de otoño todavía quedan algunas hortalizas de verano que están terminando su ciclo. La experta recomienda darse el tiempo para almacenar diferentes hortalizas, como zapallos de guarda, para consumir durante el año. "También se pueden deshidratar tomates, ajíes, frutillas y todo tipo de hierbas para cocinar y hacer infusiones", cuenta.
Lo bueno de la rotación de cultivos
"En otoño podemos planificar el huerto rotando los cultivos, es decir, cambiando los lugares de siembra. Por ejemplo, poner semillas de leguminosas como habas o arvejas en el lugar donde estaban las solanáceas como tomates, ya que las primeras tienen la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo. De esta forma ayudamos a devolver a la tierra parte de los nutrientes que fueron absorbidos por las especies más exigentes. Así se evita agotar el terreno y además mantenemos la biodiversidad de microorganismos e insectos", explica Anne.
Huertos en espacios pequeños
No es necesario contar con una parcela para mantener un huerto funcional. Anne asegura que se pueden mantener en macetas, en el suelo o en muros, incluso se pueden usar algunas especies comestibles como plantas de interior. "Como en esta época todo crece más lentamente, quienes cuentan con poco espacio pueden plantar con menos separación entre los cultivos y cosechar por hojas a medida que crecen, no es necesario esperar para sacar la planta completa", explica.
A preparar las semillas y la tierra
Esta época también es ideal para armar un stock de semillas para la próxima temporada. "Es una excelente oportunidad para empezar una colección de semillas orgánicas. Se darán cuenta de que cada año están más adaptadas a su clima, suelo y entorno específico", asegura Anne, quien también se dedica a adaptar jardines para que se transformen en una huerta orgánica. La preparación también se aplica para la tierra. "En otoño caen las hojas y estas no son basura, las pueden usar en el compost o como una capa en el huerto para mantener la humedad y proteger algunas plantas del frío y las heladas. Además devuelven nutrientes al suelo a medida que se descomponen". El otoño es la mejor época para optimizar la tierra. Después de eliminar las plantas que terminaron su ciclo se puede desmalezar y agregar una capa de compost, humus, o alguna mezcla de sustrato, dependiendo de lo que necesite cada tipo de suelo.