Las latas de aluminio, tan comunes en productos como sopas y comidas en conserva, o también en tarros de pintura, demoran alrededor de 10 años en descomponerse, tiempo en el que se oxiden y generan desgaste del suelo. Son millones de toneladas de gases de efecto invernadero los que se producen cada año por la industria del aluminio. Hablamos de dióxido de carbono, óxido de azufre y óxido de nitrógeno, los cuales además de contribuir con el calentamiento global están presentes en la lluvia ácida.

Aun así, es posible reciclarlas. Hay industrias dedicadas a convertirlas en chatarra para elaborar acero o aluminio, reduciendo el uso de energía necesaria y las emisiones de CO2. De hecho, si se produce aluminio a partir de chatarra se ahorra un 95% de energía en comparación con su producción a partir del mineral.

De todas formas, es mejor aprovecharlo lo más posible antes de desecharlo. Hay varias alternativas para decorar espacios usando simples latas de conserva.

Lámparas decorativas

Necesitarás latas de aluminio, un martillo y clavos, además de una superficie firme. En Internet existen varios diseños y patrones para seguir y lograr entretenidas lámparas dentro de las cuales puedes poner velas, ideales para una iluminación tenue.

Solo debes seguir los diseños que quieras realizar y hacer hoyos con la ayuda del martillo y los clavos.

Lapicero

Usando latas y papel reciclado de diarios, revistas o lo que tengas a mano, puedes armar entretenidos lapiceros para adornar escritorios y oficinas. Recorta el papel para que calce con el tamaño de la lata y pégalo con cola fría para que quede firme.

Maceteros marineros

Necesitarás latas y cordeles de grosor mediano. Ayudándote con cola fría u otro pegamento, enrolla el cordel alrededor de la lata hasta cubrirla por completo. Puedes adornar tus maceteros pegando conchitas sobre los cordeles.