Paula 1152. Sábado 19 de julio de 2014.
Una selección de los imprescindibles de los franceses para darse un banquete al aire libre.
Queso camembert
Aunque en Francia hay más de 400 variedades de quesos para regodearse, el camembert integra la lista de los más consumidos en ese país, donde lo comen a diario después de las comidas. El camembert de Normandía está protegido con denominación de origen para certificar su auténtica receta con leche cruda de vaca. Como su fabricación es artesanal y a pequeña escala, hay otras marcas que se inspiran en su preparación, solo que usan leche pasteurizada, como el que fabrica Le Rustique, una de las marcas predilectas por los franceses. (€ 8, en supermercados).
Vino Côtes du Rhône
Enfrentarse a la sección de vinos en un supermercado francés puede ser un verdadero dolor de cabeza: además de las múltiples opciones para elegir, en las etiquetas de las botellas no se indica la cepa, sino la región de donde provienen. Para irse a la segura, los aficionados siempre eligen los vinos del Valle del Ródano, que por su sabor suave sirven para cualquier comida. En especial el ensamblaje que produce la viña Dauvergne Ranvier, con cepas de syrah, garnacha y cinsault, ideal para acompañar quesos, embutidos, patés, e incluso pizzas. (€ 6, en supermercados). www.dauvergne-ranvier.com
Baguette tradition
"Sin baguette, no hay picnic", afirman categóricos los franceses, que suelen pedirla en la panadería como une tradition, sin nombrar la palabra baguette. Esto se refiere a un pan fresco y de factura artesanal, más sabroso que la baguette corriente, que es elaborada por una máquina. La baguette tradition française es orgullo de cada artesano panadero o artisan boulanger, quienes hornean cada día este emblema nacional siguiendo la típica receta que solo incluye harina de trigo, agua, levadura, masa madre y sal. (€ 0,30).
Tarama
Fundada en Francia en los 80, Blini es una marca que elabora pastas para aperitivos usando recetas de todo el mundo. La más famosa es una pasta hecha con huevos de pescado, jugo de limón, cebolla, ajo y aceitunas, típica de las cocinas griega y turca. La variedad predilecta de los franceses es la con huevos de bacalao ahumados, ideal para untar. (€ 2, en supermercados).
Hummus
Conforme se ha expandido la cultura culinaria de Medio Oriente en Europa, esta receta a base de garbanzos molidos, tahina –pasta de semillas de sésamo–, ajo, jugo de limón y aceite de oliva, se ha transformado en protagonista a la hora de montar un picoteo. La versión de la línea vegana que venden en el supermercado Monoprix es la que muchos eligen para untar con pan. (€ 5).