La pregunta

"Soy muy propensa a las infecciones urinarias después del sexo y por lo menos, me dan dos al año. Esto me hizo ser bastante precavida después de tener relaciones y cada vez que lo hago, me preocupo de hacer pipí, limpiarme y si siento un poquito de ardor, de inmediato me tomo un remedio para evitar que esto se agrave. Aunque eso me ayuda, estoy siempre con el miedo de que pueda volver a darme algo. También me da pánico tener relaciones mientras estoy menstruando porque la única vez que lo hice, terminé en urgencias con fiebre y con una infección urinaria que requirió de dos tipos de antibióticos para ser tratada. Es por esto que me interesa saber por qué hay mujeres que somos más propensas a esto y si tener sexo si estoy con mi período tiene algún riesgo.  

Victoria, 27 años.

La respuesta

Las cifras no son muy alentadoras para nosotras. Entre los factores de riesgo de la infección urinaria, está ser mujer. Según aseguran desde la Escuela de Medicina de la Universidad Católica, un 50% presentará al menos una a lo largo de su vida. Esto se debe, principalmente, a que las mujeres tienen una uretra más corta que los hombres, lo que disminuye la distancia que las bacterias deben atravesar para alcanzar la vejiga.

Las infecciones urinarias suelen ocurrir cuando ingresan microorganismos en las vías urinarias a través de la uretra y comienzan a multiplicarse principalmente en la vejiga, aunque también puede ser en los riñones y los uréteres. Pese a que el cuerpo está preparado para impedir el ingreso, hay personas que no cuentan con las defensas necesarias para evitarlo y terminan produciendo una infección. "Hay un 0,5% de probabilidades en las mujeres de que, cada vez que tengan relaciones, puedan desarrollar este tipo de alteración", explica el ginecólogo de la Clínica Las Condes Marcelo Pradenas. Esto, porque durante el sexo se arrastran bacterias de diferentes partes, sobre todo desde las deposiciones. Según el experto, la escherichia coli (que habita en las heces) es la causa más común de las infecciones y representa un 91% de los casos.

El problema surge cuando la microbiota vaginal –conjunto de microorganismos que viven de manera natural- tiene una falta de receptores que protegen a la bacteria lactobacilo, conocida por defender al cuerpo ante infecciones. "Para que la vagina desarrolle un escudo protector debe ser ácida y este tipo de bacteria se encarga de eso. Pero cuando su presencia es menor, cualquier 'bacteria peligrosa' ganará y terminará apoderándose de la vías urinarias", dice Ricardo Pommer, presidente Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología.

Las propensas

"Que una persona sea propensa, significa que su organismo produce dos o tres infecciones al año; sin embargo, esto no quiere decir que el resto esté libre. Hay que entender que la microbiota vaginal está en constante cambio y que su equilibrio fácilmente puede alterarse. Hay algunas mujeres que por antibióticos, embarazos, menopausias u otros episodios, sufren cambios en su PH", cuenta Ricardo. Para evitar que a raíz de esto se desencadene una infección, su recomendación es orinar después de cada encuentro sexual, ya que como las bacterias ingresan a través de la uretra, el líquido las empuja y evita que lleguen hacia otras vías urinarias. Otro consejo es tomar probióticos porque el complemento de sus microorganismos provocan que la eshcerichia coli (bacteria que habita en el tracto gastrointestinal) no se enganche a las paredes del tracto urinario, y además activa las defensas inmunitarias para que puedan combatir la infección rápidamente.

La menstruación

Sobre tener relaciones sexuales durante el periodo de menstruación, ambos expertos no coinciden. Marcelo Pradenas no lo recomienda en mujeres que suelen tener de infecciones porque la sangre funciona como un caldo de cultivo de bacterias. "Cuando se estudia algún microorganismo en laboratorios, suelen agregarle sangre para que crezca. En el sexo abundan bacterias de todo tipo y el riesgo está en que, al estar en contacto con la menstruación, éstas se propaguen. Si una persona es propensa a generar este tipo de problemas, mi consejo es que evite acostarse durante ese tiempo", dice.

Sin embargo, Ricardo Pommer asegura que no existe algún estudio que apoye esta idea. Afirma que es cierto que la sangre funciona como caldo de cultivo, pero eso también implica que las 'bacterias buenas' de las vías urinarias aumenten. Por lo tanto, estas deberían hacer el trabajo de defender el organismo. "Nosotros hicimos un estudio para saber cómo era la sexualidad de mujeres que debían usar un método anticonceptivo que les provocaba menstruar durante 15 días y las conclusiones fueron que no tenían ningún problema secundario al hacerlo mientras sangraban", cuenta. Y agrega: "Yo creo que la gente debería dejar de pensar en esto y vivir su sexualidad de la manera más libre posible. Tener relaciones con menstruación puede ser incómodo y requiere de una logística complicada, pero no debería significar un obstáculo".