Romero
Al florecer en invierno, cuando hay menos flores, este arbusto es una de las mejores plantas para favorecer a las abejas. Su humo, además, ataca la varroa, ácaro que se ha descrito como uno de los causantes de la desaparición de estos insectos, según comenta Domingo Letelier, fundador de Küinbi, emprendimiento que opera en Pucón y Santiago reproduciendo abejas, enseñando apicultura y entregando colmenas.
@kuinbi_abejas.
Plantas comestibles, ornamentales y nativas
Carolina Cataldo, presidenta del Club de Jardines de Chile, explica que toda especie aromática y de abundante floración sirve para que lleguen abejas a nuestro jardín. "Tener un cuenco o fuente con agua también ayuda a atraerlas y a cuidarlas", afirma. Destaca el beneficio de las hierbas comestibles como orégano, tomillo y distintas especies de menta.
Entre las decorativas hay muchas alternativas también: lavanda, salvia, verónica y cítricos ornamentales, posibles de mantener en macetas. Y si se trata de flora nativa -fundamental para preservar abejas endémicas-, sugiere árboles como el peumo, plantas de la familia de las azaras (conocidas como lilén y corcolén), las escallonias (donde están las ñipas y el corontillo) y la salvia blanca. Todas pueden encontrarse en el vivero Pumahuida, dice Carolina.
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Pumahuida.cl
Asegurar la floración
Uno de los árboles favoritos entre apicultores es el quillay, cuenta Francisca Márquez, de Miel Cruda, empresa que estrenó recientemente su sistema de venta online. Fácil de encontrar en los viveros, esta especie se da bien en la zona central y cuando tiene adecuado riego florece abundantemente. La humedad nunca se debe descuidar, es importante para esta y otras especies porque es una de las formas de asegurar y mantener la floración. Para lo mismo es necesaria la exposición a varias horas de sol durante el día, recalca Francisca.
Mielcruda.cl
Ayuda mutua
Según datos de la agrupación Abejas de Chile, a la fecha se han descrito más de 440 especies nativas de estos insectos, la mayoría endémicas. Se trata de variedades que han evolucionado para obtener polen, néctar y aceites de plantas nativas. Por eso, al cultivar aquellas de la respectiva zona se ayuda a atraer y volver a establecer tipos de abejas. En la Región Metropolitana, por ejemplo, ayudan ortigas, culén, maitén, algarrobo y chaguales.
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