Asistente precoz y genial de Pierre Cardin. Diseñador transgresor -de ahí el apodo l'enfant terrible- que le dio la vuelta antes que nadie a lo callejero, a las subculturas y en sus pasarelas acogió a quienes hoy se les denomina como "diversos". Renunciado director creativo de Hermès. Creador de los inolvidables trajes que Madonna mostró en el Confession Tour, de 2006. Artífice de una contundente línea de fragancias con envases tan suyos, elevados a categoría de arte. Una síntesis de la carrera de Jean Paul Gaultier, a los 66 años leyenda viva de la moda, ícono de la cultura pop, quien en 1976 debutó con marca propia y en 2018 inició un nuevo capítulo con un pie en América Latina, con una muestra y desfile en Buenos Aires. Gran error si alguien pensó que se trataba de un corto coqueteo del francés con tierras lejanas.

Gaultier, imparable en su pulsión de vanguardia, se apronta a ser el primer diseñador de una gran casa internacional en participar en el Carnaval de Río, que se celebra durante la primera semana de marzo. En octubre pasado viajó a esa ciudad para reunirse con la diseñadora brasileña Rosa Magalhães. Juntos visitaron el centro Portela, premiada escuela de samba de la zona norte, y el 4 de marzo, montados sobre una carroza, sus integrantes exhibirán los trajes ideados por ambos. El hilo conductor será la trayectoria de la cantante Clara Nunes (1942-1983), figura entrañable de la samba. Cuenta regresiva para lo que promete ser una inolvidable jornada en el sambódromo.

El 4 de marzo desfilará la escuela Portela, con los trajes diseñados por Gaultier y la brasileña Rosa Magalhães.

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