Vestidos de lanilla larguísimo de silueta minimalista, pantalones de terciopelo rojo de corte preciso, un abrigo de blint et blin (cien por ciento lana merino) camel clásico como para toda la vida y una blusa floreada de seda con aires orientales, son algunas de las 25 piezas de la colección Invierno 2011 que Kika Neumann (36) estrenó en su tienda-taller del barrio Italia. Todas confirman su vocación por el oficio de costurera que aprendió cuando era una niña y en el que se ha perfeccionado siguiendo un camino propio y peculiar. Las primeras puntadas las dio alentada por su madre que, sin ser costurera, trabajaba en la máquina de coser y terminaba a mano los vestidos que confeccionaba a partir de moldes traídos desde Europa. Luego estudió Teatro en la Universidad Católica, donde aprendió sobre vestuario y comunicación, identidad del vestuario y el rol que este juega en la creación de los personajes. Ya titulada, llegó al taller de alta costura de Laura Rivas, referente del rubro desde principios de los sesenta, maestra de nombres destacados como Paula Undurraga, Ricardo Lavín y Pola Thomson. "Cuando comencé a estudiar con Laura yo ya cosía mucho, pero con ella terminé de formarme técnicamente y confirmé que lo mío es ser costurera y no diseñadora: lo que me interesa es trabajar a medida, sobre un cuerpo, más que repetir formas. Busco calidad y lujo", explica.
Una declaración de principios que se evidencia en esta segunda colección (la primera fue la de Verano 2011) hecha sobre un maniquí talla 44, "para que, a las mujeres de estructura gruesa, la ropa les quede bien y a las flacas, suelta, pero bonita". Su metodología también se basa en la elección de los géneros y el planchado. " Todo lo que hago parte desde los géneros. Algunos traídos desde Brasil e Italia, otros importados comprados en tiendas de Santiago. Si son chilenos deben ser antiguos, porque de buena calidad ya no se hacen. Puedes tener la mejor idea, pero si el género es malo o no es el adecuado, no sirve", dice. Añade que "para lograr una buena prenda, la mitad es coser y la otra mitad es el planchado; un arte muy difícil, pero cada costura lo requiere. Coses y planchas, coses y planchas. No hago nada a escala industrial o como se enseña en la universidad".
Se entiende, entonces, que Kika Neumann esté muy lejos de llegar a presentar un desfile con cuarenta prendas sobre la pasarela. "Es interesante producir en grandes cantidades, pero eso significa bajar la calidad y, cuando comienzas a saber de géneros, es muy difícil volver a atrás. Yo veo cómo mis clientas sienten deseo por las telas, las tocan, se van a negro y ahí deciden mandarse a hacer algo".
Desde $ 60.000 (vestidos de lana) hasta $ 200.000 (abrigos). Demora alrededor de dos semanas en entregar. Girardi 1703, Ñuñoa. Antes de ir hay que llamar al cel 9499 0049 o escribir a kikaneumann@gmail.com. La ropa puede verse en kikaneumannfashionroom.blogspot.com.