La belleza

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Paula 1225. Sábado 6 de mayo de 2017. Especial Belleza.

Lorena Valenzuela (53), periodista, editora general de revista ¡Hola!

"La piel más suelta, las arrugas y cómo todo comenzaba a caerse, lo empecé a sentir a los 40 y me aterré con la vejez. Ahí comencé una lucha para hacer resistencia. Me puse tres veces bótox alrededor de los ojos, hice todos los tratamientos que habían para la guata, para las piernas, para todo. Hoy entiendo que eso tenía que ver con el momento vital que estaba pasando: a los 40 todavía hay incertidumbre y algunos pendientes en la vida. En los 50 esa lucha contra la naturaleza se acabó, me di cuenta de que era una batalla perdida, agotadora, sin sentido. Lo más doloroso de aceptar a los 50, en términos de belleza, es lo que pasa con el contorno de la cara, como que los cachetes se sueltan y se caen. Lo noto más que nada en las fotos y cuando voy a la peluquería donde siempre me miro al espejo y digo: chuta que estoy vieja. Todos me dicen que estoy mejor que antes, yo sé que no, pero lo que sí es que hoy camino con una seguridad que nunca había sentido y eso me hace atractiva. Eso es lo que cambió. Cuando joven me paraba frente al espejo a buscarme los defectos, hoy, aunque sé que no es perfecto, me quiero y me encanta lo que veo. Avanzo como con un 'aquí voy', la vida ya me enseñó que esto es lo que hay, que esto es lo que soy. Entonces doy el paso firme. Me siento una mujer potente, que proyecta seguridad, estabilidad, madurez y eso me aporta mucho. Decidí llevar mis años dignamente y me hice la promesa de no hacerme nada en la cara porque me gusta que me miren y se den cuenta de que no me he estirado. A cambio, tomé conciencia del cuidado de mi piel como algo sagrado, tengo un ritual con mis cremas en la mañana y en la noche, y me hago una limpieza de cutis mensual. A los 50 uno no puede pretender tener la piel tersa, ni el vientre plano, o no tener arrugas, pero cuidarse pasa a ser un deber con uno misma".

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LORENA VALENZUELA

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