Paula 1195. Sábado 12 de marzo de 2016.
Uno de los grandes temas del mundo de la belleza ha sido descubrir fórmulas precisas para el cuidado de la piel en la etapa de la menopausia. Vichy acaba de lanzar dos productos para la cara con un sofisticado complejo que implicó 14 años de investigación. Además, en estas páginas, las claves de la alimentación que debiese implementarse en este periodo.
Áspera, seca, imposible de hidratar. Así se pone la piel con la llegada de la menopausia. Las uñas y el pelo se vuelven quebradizos. ¿La razón? La disminución drástica de la hormona dehidroepiandrosterona (DHEA), precursora de los andrógenos y estrógenos, que en la glándula suprarrenal inicia su producción a los 7 años y llega a su peak a los 25. Después de esa edad empieza a reducirse y lo hace con aún mayor rapidez durante la menopausia. A los 70 años, las mujeres tienen solo el 10% de su concentración máxima. Con estos antecedentes, investigadores de L'Oréal decidieron analizar el impacto de la DHEA, conocida como la hormona de la juventud, en la piel. Primero elaboraron una pastilla con la hormona que probaron en un grupo objetivo y cuya evolución siguieron en los laboratorios de París. El mismo procedimiento realizaron luego con un producto tópico que probaron en la piel.
Los factores externos son fundamentales en la calidad de la piel que llega a la etapa de la menopausia. Según el dermatólogo mexicano Daniel asz, quien participó en el lanzamiento de Neovadiol Complejo sustitutivo, una piel que se ha cuidado del sol durante años y ha recibido buenos nutrientes a través de la alimentación, tendrá un mejor envejecimiento.
Entre sus conclusiones, encontraron que la DHEA funciona positivamente sobre la dermis y epidermis y, clave en la etapa menopaúsica, estimula la secreción de sebo, a través de los lípidos sebáceos, ayudando a la piel a hidratarse y a recuperar su brillo. Además, estimula localmente la secreción de testosterona y estrógeno, lo que permite la reducción de las arrugas e impulsa la cicatrización celular.
Después de 14 años de investigación –y la presentación de 13 patentes antes de lograr la fórmula perfecta– Laboratorios Vichy acaba de lanzar al mercado la crema Neovadiol Complejo Sustitutivo, un complejo de ingredientes activos que replica los efectos de la DHEA.
En Cancún, hasta adonde viajó revista Paula para conocer los resultados de la investigación en la que se basa esta nueva fórmula, los profesionales de Vichy explicaron que cada uno de sus ingredientes cumple su función en la piel menopáusica: el Pro-xylane (molécula biomimética patentada por L'Oréal) actúa sobre los marcadores de densidad de la piel; el Hedione (derivado del ácido jasmónico) estimula la función sebácea; el Hepes (compuesto químico conocido por sus propiedades exfoliantes) protege la descamación; y, finalmente, el Hydrovance (derivado de la urea) permite a la piel mantener su humedad debido a su gran higroscópico, capacidad que le da su acción hidratante. A estos se suman ácidos grasos cuidadosamente seleccionados para compensar la sequedad característica de la piel después de la menopausia: arroz, aceite de salvado, aceite de albaricoque, cera de abejas y manteca de karité.
De acuerdo a los expertos de la marca, "el rendimiento de la crema se demostró no solo por la firmeza, tonicidad y volúmenes que se lograron, sino también por su color: mejora la pigmentación con una reducción en el color verdoso que toma la cara posmenopausia. Los testeos arrojaron que al paso de 28 días, el 71% de las mujeres remodelaron su volumen y el 90% de las mujeres revitalizaron su piel. Después de tres meses las arrugas disminuyeron en un 17,5% y las marcas en el cuello en un 25,8%. Además, por ser un producto de dermocosmética, no tiene ningún efecto secundario".
El Complejo Sustitutivo se introdujo en tres productos de cuidado de la piel: para la piel seca, para pieles normales a mixtas y un concentrado de noche.
RECOMENDADOS
Sérum de noche ($ 32.990 los 30 ml).
Crema de día que tiene versiones para pieles secas y mixtas ($ 27.490 los 50 ml).
En farmacias.
LA ALIMENTACIÓN: FUNDAMENTAL
Junto con el uso de cremas de tratamiento específicas, se recomienda una alimentación que contrapese la disminución de la producción de estrógenos y la baja en la capacidad del organismo de absorber algunos nutrientes.
Por: Macarena Rojas Ubilla / Fotografía: Rodrigo Chodil / Producción: Jazmín Cortés
Una de las características de la menopausia o climaterio es que el organismo no asimila de la misma forma que antes los nutrientes fundamentales para su desarrollo, como el hierro, el zinc, el magnesio y las vitaminas A, C, D y complejo B, que influyen en la calidad de la piel y del pelo.
Los especialistas consultados por revista Paula coinciden en que una dieta mediterránea, rica en proteínas (fundamental para la creación de colágeno), grasas insaturadas y productos integrales, es una medida efectiva para contrarrestar los efectos de este proceso natural en la mujer.
La dieta, entonces, debiese basarse en:
1- Proteínas de bajo contenido graso: pescados (salmón, atún, corvina, cojinova), que también contienen vitamina D. Carnes blancas (pavo y pollo) y carnes rojas (filete, lomo liso), claves porque tienen un alto contenido de hierro de fácil absorción. Huevos, potentes en vitamina D.
Un buen aliado en esta etapa es la jalea o gelatina, cuyo principal ingrediente es el colágeno, pieza fundamental en la belleza de la fibra capilar y elasticidad e hidratación de la piel.
2- Grasas insaturadas: frutos secos que contienen vitamina D, zinc y hierro. Aceite de oliva, aceitunas y palta, que tienen vitaminas A, del complejo B, C (que estimulan la producción de estrógeno) y D, hierro, zinc y magnesio.
3- Verduras: de preferencia hojas oscuras, como espinacas y acelgas, altas en hierro, zinc y vitamina D. Champiñones, ricos en magnesio, calcio, zinc, vitaminas A, complejo B, C, D y E.
UN DÍA TIPO
Desayuno:
Un lácteo descremado con cereal sin azúcar (pueden ser 2 rebanadas de pan integral o un pan pita integral o cereales integrales). Si es pan, puede acompañarse de un huevo cocido o revuelto, sin aceite; o tres cm de quesillo; o una tajada de jamón de pavo; o ¼ de palta; o un tomate; o dos cucharaditas de mermelada sin azúcar.
Colación:
1 lácteo descremado o diez almendras o una fruta pequeña.
Almuerzo:
Verduras crudas o cocidas (de tres colores) con limón, aceto balsámico y aceite de oliva, con 100 o 150 g de carne sin grasa y una porción de ½ o ¾ de taza de carbohidrato (arroz, quínoa, legumbres). De postre, una fruta.
Once: ídem desayuno.
Cena: ídem almuerzo.
