La blusa de verano se alarga. Su silueta se suelta y puede usarse como camisa o como vestido corto.
La blusa de este verano es amplia, holgada y larga. Algunas tienen un acabado rígido y con aspecto de blusón-vestido, que bien pueden llevarse encima de un pantalón o sola, tapando las piernas a la altura del muslo. Otras, más relajadas, caen livianamente y dejan que su basta tape tranquilamente la parte posterior del cuerpo. Esta blusa se usa con un escote que se lleva suelto y desgarbado, o severamente abrochada hasta su último botón. Los hombros caen por los costados hacia el brazo sin mucha forma, sin una real sensación de ángulo recto. Tanto las blancas como las negras juegan con la transparencia controlada y pareja, convirtiéndola en un atributo más. Las versiones estampadas en blanco y negro de la relajada camisa de la estación, son el hit del verano.