Siempre me ha gustado la música, fui muy influenciada por mi abuela Laura Gudack, quien cantó en el Festival de Viña del Mar junto a su grupo Sacramento. Ella fue la primera mujer en animar dicho festival, y por eso mi mamá también se acercó a la música: cantó y grabó un par de canciones en la segunda generación de Música Libre.

Recuerdo perfectamente estar en el auto de mi mamá y haber escuchado a Rick Astley, Joan Jett y Phil Collins, mientras ella nos decía a mí y a mi hermana: “fíjense en la batería y en la percusión en general”. Lo hacía con tanta gracia, mientras simulaba estar con baquetas, tocando la batería y cantando a todo pulmón.

Ambas me llevaron a sentir un profundo amor por la música que mantengo hasta el día de hoy. En algún momento de mi vida empecé a escuchar rock latino y ahí conocí a Soda Stereo. Sus letras, música y todo lo que inspira este grupo argentino me cautivó desde el primer momento. Varias de sus canciones las dediqué y otras tantas me las dedicaron a mí. Así que cuando hicieron el último concierto en Chile, fuimos en patota a verlos, con mi mamá incluida. Fuimos a cancha y disfrutamos cada segundo del show.

Hoy, más madura y con varias experiencias a cuesta, las canciones de ellos y en especial Juegos de Seducción, reúnen gran parte de lo que soy: una mujer que ama la música, con el sueño intacto de ser baterista alguna vez y súper coqueta con la vida en general. De hecho esa parte que dice: “Te llevaré hasta el extremo, te llevaré. Abrázame, este es el juego de seducción”, me representa un montón, porque soy tocona por esencia, una persona muy de piel.

Me encanta porque es una canción romántica, pero no cebolla (que me cargan); y también muy sensual, de hecho se la dediqué a mi pareja actual. Si alguna vez doy el sí por segunda vez, me encantaría bajar de una tarima, vestida de novia tocando esa canción. Y es que como dice Cerati en una de sus estrofas: “La imaginación, esta noche, todo lo puede”.

María Pastora Estévez tiene 37 años y es periodista.