La despedida de Salinas

El artista visual Rodrigo Salinas deja el colectivo La Nueva Gráfica Chilena y nos adelanta parte de sus planes.




Una caja de leche Soprole de 2 m de alto por 1,5 de ancho, a la que el espectador ingresa para ver dibujos de distintos artistas; una revista y un programa de televisión casero. De eso se trata La Nueva Galería Gráfica Chilena (hasta el 25 de mayo, Centro Cultural Matucana 100, Matucana esquina Moneda), la exposición del dibujante Rodrigo Salinas, en la que este artista coordina por última vez el trabajo de La Nueva Gráfica Chilena, el movimiento artístico que encabezó durante 10 años y que por estos días muta al formato televisión, a través de la web. ¿Cómo entenderlo? Aquí, una aproximación.

–¿Soprole se puso con algún auspicio o es tu leche favorita?

Nada de auspicios. Me gusta saber quién está detrás de los dibujos que uno ve a diario. Un día me quedé pegado con la caja de Soprole y, preguntando, un amigo me contó que la había hecho un diseñador llamado Álex González. Las letras redonditas y la gota las dibujó así para expresar que la leche es sanita. Yo me apropio de esas cosas y hago una lectura desde el arte.

–El poeta César Gabler compara tu caja con la de salsa de tomate de Andy Warhol.

Warhol tomó un elemento de la vida cotidiana y la transformó en arte, como una crítica al sistema comercial. Yo trabajo con el dibujo que hizo una persona anónima y redescubro su historia.

–Niños o grandes, ¿quién lo pasa mejor en tus exposiciones?

Se podría decir que mi trabajo se ha infantilizado con el tiempo. Lo cruzo con humor, aproximándome a las cosas con la inquietud y la capacidad de maravillarse de un niño; pero en realidad hablo de cosas profundamente adultas.

–En la muestra rota un video donde oficias de animador. ¿Qué afecto sientes por la tele?

Yo respiro tele. Nutro mi trabajo de ella y para mí es fuente de toda sabiduría. Con youtube e internet la televisión es el futuro. Por eso decidí crear y ser director de www.lanuevatelevisionchilena.blogspot.com. Ahí tengo plena libertad de jugar y, a diferencia de la tele real, es fácil y barata de hacer.

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