Paula 1128. Sábado 17 de agosto 2013.Paula 1128. Sábado 17 de agosto 2013.
En cinco lugares del mundo –conocidos como zonas azules– se han detectado grupos de personas que viven más de 100 años. En todo ellos el denominador común es una dieta baja en calorías. ¿Qué comen que viven tanto?
Durante una década, Dan Buettner, periodista norteamericano de la revista National Geographic,ha investigado, junto a doctores y demógrafos, los lugares del mundo donde la gente es más longeva y sobrepasa los 100 años, sitios a los que llamó zonas azules. "No es que la gente se haya olvidado de morir. Pero aquí sus habitantes viven más y sin las enfermedades típicas de la vejez como Parkinson, Alzheimer, colesterol alto ni diabetes", afirma en su libro The blue zones: lessons for living longer from the people who've lived the longest, publicado en 2010 y que rápidamente se convirtió en bestseller del New York Times.
Las cinco zonas azules y lo que se come en ellas
A pesar de estar en lugares tan disímiles de la Tierra, en estos sitios más de 40% de la población vive sobre los 100 años:
Okinawa, Japón: en estas islas, en especial en el pueblo de Ogimi, hay habitantes de hasta 116 años. Comen pescado tres veces a la semana, cereales integrales, sésamo y porotos de soya con los que preparan tofu. Destaca el kombu, alga parda rica en yodo; calamares y pulpo. La cúrcuma, el jengibre y la goya, una especie de melón amargo que reduce el azúcar en la sangre, son esenciales en la dieta.
Nicoya, Costa Rica: en esta península tropical la dieta se basa en vegetales y frutas, en especial el maroñon, un fruto rojo anaranjado con grandes cantidades de vitamina C, y ananá, rica en antioxidantes. También arroz, porotos y maíz. Toman abundante agua mineral, que contiene calcio y magnesio, esenciales para fortalecer huesos y musculatura.
Ikaria, Grecia: en esta isla consumen leche y lácteos de las cabras que pastan en terrenos libres de pesticidas, vino artesanal rico en flavonoides, antioxidantes que equilibran la presión arterial; cereales integrales, verduras y mucho aceite de oliva extra virgen.
Cerdeña, Italia: en la región montañosa de Nouro la dieta es 100% mediterránea: leche y lácteos de cabras y ovejas, que se alimentan de una hierba con propiedades antiinflamatorias. Consumen vino artesanal, muchas habas y derivados de la cebada.
Loma Linda, California: aquí vive la comunidad más grande de adventistas del Séptimo Día, cuya dieta es vegetariana orgánica, con muchos frutos secos. No consumen alochol, cigarros ni alimentos procesados.
El denominador común de la longevidad
Aunque las dietas son diferentes, hay coincidencias: todas son bajas en calorías –entre 30 y 50% menos que una dieta normal, es decir alrededor de 1.500 calorías–. Estudios han comprobado una correlación entre dieta hipocalórica –rica en nutrientes– y longevidad. Además, son mayormente vegetarianas, con muy pocas grasas animales y libres de azúcar. Y el estilo de vida es clave: todos cultivan y cocinan sus propios alimentos y no consumen productos procesados. Comen en pequeñas cantidades –cada dos horas– y llevan una vida activa.