La representación importa. Hablamos de representación cuando una persona, que históricamente se ha visto como minoría, o como un inferior, se ve representada sin discriminaciones, en escenarios de los que antes había estado marginada. Se habla mucho de representación, por ejemplo, cuando se exige diversidad étnica en las películas y series. O cuando se exige la presencia de distintos tipos de cuerpo en la publicidad, dando cuenta de que existen personas que se ven diferentes a lo que la comunicación hegemónica mostró por tantos años.
Relacionados a esta representación están los y las referentes. Personas que destacan en áreas que durante mucho tiempo les cerraron las puertas, o donde tuvieron que luchar más que el resto para conseguir oportunidades. Para las niñas, se trata de personas que les muestran, con hechos y ejemplos, que no hay límites para sus sueños.
Hace algunos días, iba manejando por Vespucio con mi hija mayor, camino al colegio. Desde la calle, se veía a los trabajadores de las obras de la autopista, y como los veo siempre, no les di mayor importancia. Pero ella notó algo que le llamó la atención: “Mamá ¿por qué hay una persona con chaleco reflectante rosado?”. Yo no me había fijado pero, efectivamente, entre el mar de chalecos amarillos y naranjos, había uno rosado, llevado por una mujer que era parte del grupo de trabajadores.
Le expliqué que a algunas mujeres les gustaba usar ese color, pero en el proceso me di cuenta que, para mi hija, trabajar en una obra, con grúas y retroexcavadoras, nunca había sido una opción para el futuro. Ese día me dijo: “Quiero ser constructora y manejar un camión”.
Asimismo, es a través de mujeres astronautas, de mujeres conductoras de taxis, de mujeres doctoras y de mujeres presidentas, que las niñas se dan cuenta que ellas también pueden aspirar a esos lugares, que tradicionalmente quedan relegados a los hombres.
“Los referentes femeninos son importantes a toda edad”, dice Isabel Plant, una de las fundadoras de Mujeres Bacanas, espacio que a diario destaca a mujeres de distintos rubros. “Obviamente que eso se hace más patente en la niñez y juventud: Imaginemos cómo ha influenciado en las niñas chilenas el crecer sabiendo que pueden llegar a ser Presidenta, por ejemplo, a diferencia de generaciones anteriores, donde simplemente era inimaginable”.
Isabel, que en sí es un referente para muchas jóvenes periodistas y críticas de cine y TV, agrega: “Incluso crecer teniendo películas de súper heroínas en el cine es algo que ayuda a hombres y mujeres a cambiar la visión mediática anterior sobre nuestro género. Por lo mismo, si queremos niñas fuertes, con autoestima sana, con amor propio y toda esa base sicológica que ayuda a crecer con confianza y salir adelante, es necesario seguir aumentando estas referentes, en medios, en redes sociales, en nuestras vidas personales”.
Junto a Dove, Mujeres Bacanas realizó en 2020 el concurso Bacanas Sub 30 by Dove, y este año se preparan para repetirlo, dando alcance y voz a aquellas “mujeres bacanas” que, gracias a su tremendo esfuerzo, se han transformado en referentes para niñas de Chile (y el mundo). Se trata de una alianza que guarda una estrecha relación con lo que motivó a las fundadoras de Mujeres Bacanas a crear su agrupación, con la que ya han publicado un libro de biografías.
“En el caso específico de nuestro trabajo en Mujeres Bacanas, fue muy sorprendente la respuesta inmediata que tuvimos al partir publicando biografías de mujeres destacadas hace ya cinco años”, relata Isabel. “Había toda una generación hambrienta por encontrar estas historias, conocer a estas mujeres que están cambiando el mundo, y cambiarlo ellas también”.