Uno de los aspectos más bonitos de vivir en sociedad es sentir que uno pertenece a un grupo humano del cual te sientes parte a través de su cultura, idioma, geografía, tradiciones, vocabulario, personas y solidaridad. En este sentido, pienso que como seres sociales debemos ser actores que participemos a través de distintos espacios y áreas en nuestra sociedad, aportando para que cada vez sea más justa y equitativa.

Para lograrlo, es importante que interioricemos a nuestros hijos/as desde que son pequeños a que generen un compromiso con las comunidad a las que comienzan a pertenecer: con la familia, el jardín infantil, el colegio. Solo de esa forma podrán ir adquiriendo competencias prosociales para luego ser parte y comprometerse con la sociedad en la que viven.

Una manera de comenzar a introducir a nuestros/as hijos/as en su compromiso y responsabilidad con su comunidad es a través de la educación cívica, y más específicamente en la comprensión de la esfera política. Como exponía Platón, “el objetivo de la política es el perfeccionamiento y felicidad de todos los ciudadanos”, y afirmaba que cada uno no se basta a sí mismo, por lo que el ser humano necesita vivir en sociedad. Por eso, “para conseguir un Estado perfecto es que se busca la ciudad justa, formada por hombres justos y virtuosos”. Para poder seguir con esta idea, que enaltece la dignidad humana, tenemos que invitar a nuestros hijos/as a ser parte activa del progreso de su sociedad.

Hay muchas definiciones y aproximaciones a la política, participando de partidos políticos, organizaciones sociales, fundaciones, actividades medioambientales, espacios ciudadanos, entre otros. Se podría discutir también sobre sus definiciones, objetivos, cambios de paradigmas, capacidades políticas de algunos representantes, lo importante es no desenmarcarnos de ella, porque es parte de nuestro rol como cuidadores acercar a nuestros/as hijos/as al mundo cívico y político en el que viven, ya que es en ese lugar donde la sociedad logra llegar a acuerdos, encontrarnos como seres humanos racionales y dignos.

Como expone Pedro Markun, autor del libro Quién manda aquí: “la política es la varita mágica que transforma el mundo en lo que soñamos”. Nosotros los adultos podemos tener muchas experiencias políticas que podrían ser frustrantes, pero es parte de nuestra madurez el ser capaces de distanciarnos y traspasarles a nuestros/as hijas la relevancia de la participación en este espacio.

Acá, algunas sugerencias para comenzar:

- Perspectiva: Explicarles que todas las personas han tenido experiencias e historias distintas, lo cual hace que tengan posturas políticas diversas.

- Tener presente la edad: Dependiendo de la edad hay que buscar un vocabulario, definiciones y situaciones acorde. A los niños más pequeños tantos detalles históricos e ideas abstractas pueden confundirlos. A un adolescente en cambio, que tiene mayor capacidad cognitiva, se le puede ir agregando más información y mayor reflexión, sobre todo en los temas que más le interesen.

- Respetar la opinión del otro: Hablar de política tiende a generar conversaciones intensas y emocionales en las que nos olvidamos de la importancia de compartir distintos puntos de vista y realmente escuchar y respetar al otro. Si bien se puede no estar de acuerdo, debemos enseñarles a no invalidar, insultar o realizar acciones despectivas contra la otra persona que piensa distinto a ellos/as.

- Información real: Cuando se habla de política es común nombrar hechos históricos o situaciones que en nuestras familias se han relatado por años. Es muy importante poder contrastar, objetivizar y validar su veracidad para traspasarles información real a nuestros hijos/as.

- Vocabulario: Los niños y jóvenes deben ir aprendiendo ciertos conceptos que están arraigados al mundo cívico y político en el país y el mundo. Es importante enseñarles definiciones de conceptos como partidos políticos, vocales de mesa, ministros, democracia, gobernador, entre otros. Así, de a poco irán adquiriendo un vocabulario que les permita entender y comprender todo lo relacionado al mundo cívico.

- Tolerancia: A medida que nuestros hijos/as crezcan, irán adquiriendo ideas propias que vienen del mundo escolar, de sus amigos, de las familias de sus cercanos, familiares, de redes sociales, etc. El poder acoger esas ideas, a pesar de que podamos no compartirlas, es importante para generar espacios de conversación y discusión en torno a ellas. Más que convencerlos de lo que pensamos, enseñémosles a discutir, a expresar y justificar sus ideas de manera profunda y respetuosa.

- Modelo: Muchas veces podemos estar leyendo una columna, escuchando noticias, comentando con una amiga o familiar alguna situación política o sobre algún político utilizando palabras poco adecuadas, despectivas e irónicas, que hacen que nuestro discurso pierda toda validez. Es importante enseñar con el modelo de nuestras acciones y palabras, resguardando el mundo cívico como un espacio de interacciones y democracia.

- Preguntar: Cuando nuestros hijos/as nos hacen preguntas de política y/o de educación cívica, es importante darles espacios para que puedan preguntar y también devolverles la pregunta. ¿Dónde aprendiste eso? ¿Por qué te interesa este tema? ¿Qué investigaste? ¿Qué piensas tú?. Desarrollar el pensamiento crítico y pensar por sí mismos/as permite que vayan comprendiendo y adquiriendo ideas que no podrán ser cambiadas tan fácilmente por la cantidad de información, no siempre real y clara, que los invaden.

- Incorporar el contexto: Es importante explicarles a los hijos/as que el contexto influye mucho en cómo y en qué nos centramos cuando hablamos de política. Hay momentos sociales en que los ánimos están más exaltados, en que las personas se escuchan menos y hay mayor polaridad. Y también hay otros momentos sociales que permiten que las conversaciones de política sean más tranquilas y respetuosas. El poder tener claridad de esto va a permitir que no tengan temor a plantear estas temáticas, ya que van a entender que muchas de las reacciones humanas tienen relación con el contexto.

- Experiencia: Generar actividades de participación ciudadana. Desde la experiencia de participar en actividades de ayuda social como familia, acciones medioambientales, actividades para conocer su ciudad, participar de charlas y foros como familia, entre otros.

Josefina Montiel es psicóloga clínica. Instagram: @ps.josemontiel