Paula 1140. Sábado 1 de febrero de 2014.
Ganador del Concurso de Cuentos Paula 2009, este escritor curicano radicado en Santiago acaba de publicar el libro de cuentos El estado de la cuestión. Aquí, reflexiona sobre la crudeza de sus relatos y de cómo se desmarca de lo que llama "literatura de ocasión".
Estaba cesante, necesitaba la plata y pensó que, si ganaba, su condición de escritor –más bien poco conocido– cambiaría en algo. Así fue. Al día siguiente de que se publicaran los resultados del Concurso de Cuentos Paula 2009 que lo daban como ganador, Kato Ramone (42) recibió llamadas de varias editoriales que le ofrecían publicar. "El premio de Paula marcó un antes y un después en mi vida de escritor. Salí de la invisibilidad, porque cuando se gana un concurso tradicional como este surgen, se quiera o no, expectativas respecto de tu trabajo. Tu escritura deja de ser inocente y plantea mayor responsabilidad ante los lectores", comenta Kato Ramone, que en 2010 publicó con gran éxito de crítica la novela La basura de Grecia, con Tajamar Editores. Bajo el mismo sello publicó hace tres meses El estado de la cuestión, esta vez una recopilación de nueve cuentos.
Hoy, Kato Ramone prepara su segunda novela y vive de lo que lee y escribe: de su literatura, traducciones, correcciones de texto para diarios y publicaciones académicas y como artista gráfico. Dice que tiene un proyecto escritural de largo plazo, que busca construir una voz "más allá de lo que la lleva".
¿Y en tu opinión que es lo que la lleva en literatura y cómo te desmarcas de eso?
Lo que la lleva es siempre lo mismo: una literatura de ocasión, que pretende omitir el contexto en que irrumpe o se produce, que pretende establecer una línea divisoria infranqueable entre historia y ficción. Hay cierta literatura "ondera", medio "hipster", que pretende pasar por muy alternativa, pero que en definitiva es inocua cuando se plantea frente al poder. Porque siempre se escribe contra el poder o con el poder o para el poder o desde el poder. Fallida o no, yo trato de no equivocarme siendo un bufón de la corte, del poder.
Tu primera novela tuvo excelentes críticas, y este libro de muy buenas a malas. ¿Qué te genera eso?
No voy a ser un hipócrita y decir que las críticas malas me dan igual, tendría que ser masoquista para desear una crítica mala, pero tampoco me quedo pegado. Cuando publicas, se cumple un ciclo, así lo veo yo. En mi caso, se publicó este libro de cuentos y, cuando eso ocurre, cuando llega a librerías, yo ya estoy trabajando en mi segunda novela.
El nuevo libro de Kato Ramone incluye El fotógrafo –relato con el que ganó el concurso de Paula– y otros cuentos como Generosidad y El estado de la cuestión: estas últimas, historias crudas sobre padres que están viejos e hijos que sienten una especie de repulsión por ellos. "Algunas amistades que los leyeron antes de publicarlos comentaban que algunas escenas incomodaban y eso, para mí, era una buena señal: a veces los textos deben intentar atacar complacencias y, si lo logras, bien. Hay arcos que hay que tensar en las historias, lo que te lleva a tener lectores extremos de esos relatos: lectores a los que les gustarán tus cuentos, lectores que los detestarán. Pero no posiciones intermedias. Este fenómeno, como autor, me gusta mucho".