Paula 1126. Sábado 20 de julio 2013.
Esta alga, que es la más consumida del país, está siendo procesada y comercializada por un grupo de recolectores de algas de Navidad, en la Sexta Región, que la convierten en una inusual preparación: la mermelada de cochayuyo, sorpresivamente dulce y sabrosa.
Mientras el cochayuyo dorado, que generalmente se vende en Chile, se deja secar 20 días al sol, perdiendo así la mayoría de su alto contenido de calcio, fibra y proteínas, el que cosechan y procesan los algueros de Navidad –comuna de la Sexta Región donde se recolecta 36% de las algas en Chile– es el único que preserva 80% de sus poderosos nutrientes y su color verde original. "La gran diferencia es nuestro proceso de secado", explica Cecilia Masferrer, presidenta de los Algueros de Navidad, entidad que agrupa a 6 sindicatos que, gracias al apoyo del Fondo de Administración Pesquera, tienen una productiva fábrica en el cerro Chorrillos. En la mañana, los algueros cortan el cochayuyo en la playa, lo lavan con agua de mar y lo dejan secar solo un día al sol, y luego otro día dentro de la planta, a temperaturas de invernadero. "El resultado es un producto mucho más rico en proteínas y calcio que la leche o la carne y totalmente natural", asegura Masferrer.
Cochayuyo procesado
En su fábrica los Algueros de Navidad elaboran distintos productos a base de cochayuyo, como harina y escarcha para condimentar, e incluso chupetes para guaguas. Pero el que ha tenido más exito es la mermelada, un producto que en mayo les valió un premio de la Subsecretaría de Pesca. "La mermelada que hacemos conserva todos los nutrientes del cochayuyo, no usamos ningún aditivo. Algunos dicen que se parece a la alcayota", cuenta Cecilia Masferrer. "Queremos que los chilenos recuperen el cochayuyo en su dieta. Mucha gente se quedó con la idea del cochayuyo chicloso y nunca más lo comió. Hoy, 90% de las algas chilenas se exportan para la industria farmacéutica y cosmética. Los Algueros de Navidad producimos algas de alta calidad para el consumo humano", concluye la dirigenta.
Recolectores sustentables
En abril se inauguró en Navidad el Santuario de la Naturaleza Marino Bosque Calabacillo, el único en Chile dedicado a preservar un bosque de algas. Incluso cuatro años antes de que se firmara por decreto el área de protección, los pescadores y algueros ya se habían organizado para respetar esas 15 hectáreas colindantes a su área de recolección, para así no agotar el recurso.
Dónde comprarla
El frasco de 200 gramos cuesta $ 2.000 (aprox). Por ahora se vende en la fábrica Algueros de Navidad (Cecilia Masferrer: cel 9729 4559) y en algunos negocios de la zona, como el Supermercado Magaly, en Navidad, o el Hotel Surazo, en Matanzas. Los algueros están buscando puntos de venta en Santiago y también en Europa y Asia.