La nueva etapa de un clásico

Paula 1200. Sábado 21 de mayo de 2016.

En 1968 Carmen Pérez, dueña de casa, decidió que quería trabajar desde su hogar en Peñaflor. En Chile irrumpían las máquinas para tejer a máquina, entonces, Pérez vio una oportunidad y lanzó Tejidos Virgo. Comenzó haciendo chalecos para niños, luego, en los 70, incursionó en tejidos femeninos que vendía en las boutiques de la época, como Juvens y

La Maison en el centro de Santiago. Posteriormente, entró a producir chalecos para Mavesa (Falabella) y en los 90 tejió para Americanino, Umbrale y Tacklers. Con la irrupción del retail, las ventas cayeron y en 1990 su hija Carmen Gloria Araya (52) asumió la dirección creativa y comercial de la marca.

Araya modernizó los diseños, lanzó una línea de tejidos maternales y desde hace más de una década viaja sagradamente dos veces al año a Nueva York para conocer las últimas tendencias en hilados. Hoy el sello de Tejidos Virgo son prendas atemporales, de siluetas holgadas, cortes simples y funcionales, confeccionadas en materiales como alpaca, cachemiras, linos y algodones en una paleta de tonos crudos, grises y azules, blanco y negro.

Tejido de manga tres cuarto hecho en cachemira.

Los tejidos se siguen confeccionando en máquinas semindustriales en el mismo taller de Peñaflor, en el que hoy trabajan 8 personas entre tejedoras y costureras. Todas las terminaciones se hacen a mano. "Nuestras piezas son tejidas en un proceso idéntico al que se hace con palillos. Se tejen la manga, la sisa, los cuellos. No es que teja una tela y luego se corte. Y eso hace la diferencia", dice Carmen Gloria Araya.

Poncho de alpaca y lino.

Chaleco de cuello alto oversize hecho en alpaca.

* Hasta este año la marca solo se vendía en Porquetevistes, pero desde marzo atiende pedidos de forma directa y participa en ferias y bazares. Los precios van desde $ 50 hasta $ 80 mil. En Porquetevistes, Gertrudis Echeñique 360. Para pedidos escribir a tejidos.virgo@gmail.com o llamar al cel 98500 9964.