La actriz y ahora también empresaria, Gwyneth Paltrow, compartió hace algunos meses su rutina de belleza y bienestar. Y algo en ella llamó la atención de muchos. Entre sus secretos, comunicaba uno que calificaba como uno de sus mejores descubrimientos recientes: una cinta adhesiva que se pone en la boca al momento de dormir. “Respirar por la nariz en la noche aparentemente crea alcalinidad en el cuerpo y promueve una mejor calidad de sueño”, declaraba.

El de ella era de una marca específica y la cinta contenía un espacio para dejar los labios a la vista, aunque sin poder abrirlos. Otras celebridades también se refirieron sobre los eventuales beneficios de esta técnica, y desde ahí, faltó solo un paso para que el fenómeno se volviese viral, y ya no solo con los de esta marca específica, sino que con cualquier cinta adhesiva ancha como las que todos conocemos.


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En Tik Tok abundan los videos que muestran imágenes de personas con la boca tapada con cinta adhesiva, destacando sus beneficios para combatir el estrés, la ansiedad, la depresión, y lograr una mejor calidad de sueño. Pero, más allá del fenómeno propiamente tal, ¿es realmente recomendable? No existiría ninguna evidencia al respecto.

Respirar por la nariz

“Lo fisiológico es respirar por la nariz”, advierte el doctor Raimundo García, otorrinolaringólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Los Andes. Hacerlo permite filtrar, humidificar y entibiar el aire que entra por el organismo y cumple un rol en el correcto funcionamiento de los pulmones al regular las presiones de entrada y salida del aire, advierte. Señala también que, durante el sueño, respirar por la boca obstruye la vía aérea al desplazar la lengua hacia atrás, lo que puede llegar incluso a bloquearla.

Lo mismo indica el doctor César Fuenzalida, otorrinolaringólogo del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínico Universidad de Chile y especialista en sueño. Señala que la nariz cumple una función primordial en la respiración, ya que tiene un filtro natural a través de los pelos, y cumple también una función clave en la humidificación, lo que hace que sea mejor para la mucosa y para todo el sistema respiratorio, aprovechando mejor los pulmones. En otras palabras, “el rendimiento de esa cantidad de aire es mucho mejor que si respiráramos solamente por la boca”, indica. Y no solamente eso: “En el día, pero también de mayor manera en la noche, al respirar por la nariz se estimula la producción de óxido nítrico en las cavidades perinasales, lo que tiene algunas funciones de regulación de la presión arterial”. De hecho, explica que si en la noche se respira solo por la boca, la presión que se genera en toda la cavidad oral y también en la orofaringe -o parte media de la faringe (garganta) detrás de la boca-, aumenta incluso hasta diez veces, lo que hace que se presenten apneas o ronquidos.

Dicho todo lo anterior, dormir con la boca tapada para forzar el respirar por la nariz podría suponer ciertas ventajas, pero la realidad es distinta.


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Sin atajos

Si bien lo correcto para todos los seres humanos entonces es respirar por la nariz, si una persona no lo logra por si misma, es por alguna razón y no se debe forzar, advierten los profesionales.

“Si no se está respirando por la nariz, generalmente es porque esta está obstruida y hay que buscar y corregir la causa más que forzarlo. Si la nariz está obstruida y yo bloqueo la boca -la vía alternativa de respiración-, pongo en riesgo la respiración y oxigenación pudiendo llevar a apneas y en casos extremos a la muerte por sofocación”, comenta el doctor Raimundo García.

El doctor César Fuenzalida, en tanto, agrega que esta técnica no sería para nada recomendable. Si una persona no está respirando por la nariz, es porque tiene un problema que podría ir desde una desviación nasal severa, a una sinusitis crónica, rinitis, o cualquier otra alteración que provoca que el organismo no pueda funcionar de manera natural. “Sin una evaluación correcta, no sería recomendable ocupar alguna estrategia que no tiene sustento científico”, aclara.

El doctor indica que si una persona es respiradora bucal, lo recomendable es una evaluación formal por parte de un otorrino para que pueda recomendarle soluciones. Estas podrían ir desde cirugías -en el caso, por ejemplo, de una desviación de tabique-, medicamentos, o bien terapias de reentrenamiento respiratorio con fonoaudiólogos.

Por lo demás, hay otro factor que no se toma en cuenta por quienes sugieren realizar esta técnica: la eventual irritación y sequedad de la zona de la boca al retirar la cinta.

Lo que sí es cierto, es que quienes han llegado a realizar esta técnica por lo general están también haciendo otros cambios de hábitos en su vida, que por lo general coinciden con la idea de tomarse más tiempo para su bienestar físico y mental, hacer ejercicios, entre otros, por lo que no es extraño que noten cambios positivos, lo que no significa que la técnica sea necesariamente la explicación de estas mejoras. De hecho, expertos del sueño alrededor del mundo que se han referido a este fenómeno, han señalado que existen otras maneras que pueden ayudar a respirar bien. De hecho, dormir sobre la espalda provocaría un mayor riesgo de respirar por la boca, por lo que cambiar de posición para dormir podría ser una ayuda.